viernes, 27 de mayo de 2016

Los dueños del sistema

El poder oculto: 
Donde nace la impunidad de Israel




La gran complicidad internacional con las masacres periódicas israelíes no se gestan por miedo a Israel, sino por miedo a lo que representa el Estado judío. Israel es el símbolo más emblemático, la patria territorial del sionismo capitalista que controla el mundo sin fronteras desde los directorios de los bancos y corporaciones trasnacionales. Israel, básicamente, es la representación nacional de un poder mundial sionista que es el dueño del Estado de Israel tanto como del Estado norteamericano, y del resto de los Estados con sus recursos naturales y sistemas económico-productivos. Y que controla el planeta desde los bancos centrales, las grandes cadenas mediáticas y los arsenales nucleares militares.

Por Manuel Freytas (*) manuefreytas@iarnoticias.com

A) El poder oculto
Israel, es la más clarareferencia geográfica del sistema capitalista trasnacionalizado que controla desde gobiernos hasta sistemas económico productivos y grandes medios de comunicación,  tanto en los países centrales como en el mundo subdesarrollado y periférico.
El Estado judío, más allá de su incidencia como Nación, es el símbolo más representativo  de un poder mundial controlado en sus resortes decisivos por grupos minoritarios de origen judío, y conformado por una estructura de estrategas y tecnócratas que operan las redes industriales, tecnológicas, militares, financieras y mediáticas del capitalismo trasnacional extendido por los cuatro puntos cardinales del planeta.
Con una población de alrededor de 7,35 millones de habitantes, Israel es el único Estado judío del mundo.
Pero cuando hablamos de Israel, hablamos (por extensión) de lareferencia más significante de un sistema capitalista globalizadoque controla gobiernos, países, sistemas económicos productivos, bancos centrales, centros financieros, arsenales nucleares y complejos militares industriales.
Cuando hablamos de Israel, hablamos antes que nada  de un diseño estratégico de poder mundial que lo protege, interactivo y totalizado, que se concreta mediante una red infinita de asociaciones y  vasos comunicantes entre el capital financiero, industrial y de servicios que convierte a los países y gobiernos en gerencias de enclave.
El lobby sionista que sostiene y legitima la existencia de Israel, no es un Estado en el lejano Medio Oriente, sino un sistema de poder económico planetario (el sistema capitalista) de bancos y corporaciones trasnacionales con judíos dominando la mayoría de los paquetes accionarios o hegemonizando las decisiones gerenciales desde puestos directrices y ejecutivos.
Quien se tome el trabajo de investigar el nombre de los integrantes de los directorios o de los accionistas de la grandes corporaciones y bancos transnacionales estadounidenses y europeos que controlan desde el comercio exterior e interior hasta los sistemas económico productivos de los países, tanto centrales como "subdesarrollados" o "emergentes", podrá fácilmente comprobar que (en una abrumante mayoría) son de origen judío.
Los directivos y accionistas de las primeras treinta megaempresas trasnacionales y bancos (las más grandes del mundo) que cotizan en el indice Dow Jones de Wall Street, son mayoritariamente de origen judío.
Megacorporaciones del capitalismo sin fronteras como  Wal-Mart Stores, Walt Disney, Microsoft, Pfizer Inc, General Motors, Hewlett Packard, Home Depot, Honeywell, IBM, Intel Corporation, Johnson & Johnson, JP Morgan Chase, American International Group, American Express, AT & T, Boeing Co (armamentista), Caterpillar, Citigroup, Coca Cola, Dupont, Exxon Mobil (petrolera), General Electric,  McDonalds, Merck & Co,  Procter & Gamble, United Technologies, Verizon, son  controladas y/o gerenciados por capitales y personas de origen judío.
Estas corporaciones representan la crema de la crema de los grandes consorcios trasnacionales judeo sionistas que, a través del lobby ejercido por las embajadas estadounidenses y europeas, dictan y condicionan la política mundial y el comportamiento de gobiernos, ejércitos, o instituciones mundiales oficiales o privadas.  
Son los amos invisibles del planeta: los que manejan a los países y a presidentes por control remoto, como si fueran títeres de última generación.
Quien investigue con este mismo criterio, además, los medios de comunicación, la industria cultural o artística, cámaras empresariales, organizaciones sociales, fundaciones, organizaciones profesionales, ONGs, tanto en los países centrales como periféricos, se va a sorprender de la notable  incidencia  de personas de origen judío en sus más altos niveles de decisión.
Las tres principales cadenas televisivas de EEUU (CNNABCNBCFox) , los tres principales diarios (The Wall Street JournalThe New York Times y The Washington Post) están controlados y gerenciados (a través de paquetes accionarios o de familias) por grupos del lobby judío, principalmente neoyorquino.
Asimismo como las tres más influyentes revistas (NewsweekTime yThe New Yorker), y consorcios hegemónicos de Internet como Time-Warner (fusionado con América on Line) o Yahoo, están controlados por gerenciamiento y capital  judío que opera a nivel de redes y conglomerados entrelazados con otras empresas.
Colosos del cine de Hollywood y del espectáculo como The Walt Disney Company, Warner Brothers, Columbia Pictures, Paramount, 20th Century Fox, entre otros, forman parte de esta red interactiva del capital sionista imperialista.
La concentración del capital mundial en  mega-grupos o mega-compañías controladas por el capital sionista, en una proporción aplastante, posibilita decisiones planetarias de todo tipo, en la economía, en la sociedad, en la vida política, en la cultura, etc., y representa el aspecto más definitorio de la globalización impuesta por el poder mundial del sistema capitalista imperial.
El objetivo central expansivo de este capitalismo sionista trasnacionalizado es el control y el dominio (por medio de las guerras de conquista o de "sistemas democráticos)  de recursos naturales y sistemas económico - productivos, en un accionar que sus defensores y teóricos llaman "políticas de mercado".
El capitalismo transnacional, a escala global, es el dueño de los estados y sus recursos y sistemas económico- productivos, no solamente del mundo dependiente, sino también de los países capitalistas centrales.
Por lo tanto los gobiernos dependientes y centrales son gerencias de enclave ( por izquierda o derecha) que con  variantes discursivas ejecutan el mismo programa económico y las mismas líneas estratégicas de control político y social.
Este capitalismo transnacional "sin fronteras" del lobby sionista que sostiene al Estado de Israel se asienta en dos pilares fundamentales: la especulación financiera informatizada (con asiento territorial en Wall Street ) y la tecnología militar-industrial de última generación (cuya expresión máxima de desarrollo se concentra en el Complejo Militar Industrial de EEUU).
El lobby sionista internacional, sobre el cual se asientan los pilares existenciales del Estado de Israel, controla desde gobiernos, ejércitos, policías, estructuras económicos productivas, sistemas financieros, sistemas políticos, estructuras tecnológicas y científicas, estructuras socio-culturales, estructuras mediáticas internacionales, hasta el poder de policía mundial asentado sobre los arsenales nucleares, los complejos militares industriales y los aparatos de despliegue militar de EEUU y de las potencias centrales.
A ese poder, y no al Estado de Israel, es al que temen los presidentes, políticos, periodistas e intelectuales que callan o deforman a diario los genocidios de Israel en Medio Oriente  temerosos de quedar sepultados de por vida bajo la lápida del"antisemitismo".


B) El lobby imperial

El lobby sionista pro-israelí, la red del poder oculto que controla Casa Blanca, el Pentágono  y la Reserva Federal  no reza en las sinagogas sino en la Catedral de Wall Street. Un detalle a tener en cuenta, para no confundir la religión con el mito y el negocio
.
Cuando se refieren al lobby sionista (al que llaman lobby pro-israelí) la mayoría de los expertos y analistas hablan de un grupo de funcionarios y tecnócratas, en cuyas manos está el diseño y la ejecución de la política militar norteamericana.
A este lobby de presión se le atribuye el objetivo estratégico permanente de imponer la agenda militar y los intereses políticos y geopolíticos del gobierno y el Estado de Israel en la política exterior de EEUU.
Como definición, el lobby pro-israelí es una gigantesca maquinaria de presión económica y política que opera simultáneamente en todos los estamentos del poder institucional estadounidense: Casa Blanca, Congreso, Pentágono,  Departamento de Estado, CIA y agencias de la comunidad de inteligencia, entre los mas importantes.
Por medio de la utilización política de su poder financiero, de su estratégica posición en los centros de decisión, los grupos financieros del lobby ejercen influencia decisiva en la política interna y externa de EEUU, la primera potencia imperial, además de su papel dominante en la financiación de los partidos políticos, de los candidatos presidenciales y de los congresistas.
A nivel imperial, el poder financiero del lobby se expresa principalmente por medio de la Reserva Federal de EEUU, un organismo clave para la concentración y reproducción del capital especulativo a nivel planetario.
El corazón del lobby sionista estadounidense es el poderoso sector financiero de Wall Street que tiene directa implicancia y participación en el nombramiento de funcionarios claves del gobierno de EEUU y de los órganos de control de política monetaria e instituciones crediticias (nacional e internacional) con sede en Washington y Nueva York.
Los organismos económicos financieros internacionales como la OCDE, el Banco Mundial, el FMI, están bajo directo control de los bancos centrales y de los gobiernos de EEUU y de las potencias  controladas por el lobby sionista internacional (Gran Bretaña, Alemania, Francia, Japón, entre las más relevantes).
Organizaciones y alianzas internacionales como la ONU, el Consejo de Seguridad y la OTAN están controlados por el eje sionista USA-Unión Europea cuyas potencias centrales son las que garantizan la impunidad de los exterminios militares de Israel en Medio Oriente, como sucedió con la última masacre de activistas solidarios con el pueblo de Gaza.
Las principales instituciones financieras del lobby (Goldman Sachs, Morgan Stanley, Lehman Brothers, etc) y los principales bancos (Citigroup, JP Morgan y Merrill Lynch, etc), influyen decisivamentepara el nombramiento de los titulares de la Reserva Federal, el Tesoro, y la secretaría de Comercio, además de los directores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.


C) El mito del "antisemitismo"

A este fenómeno de "poder capitalista mundial" judío, y no a Israel, es lo que temen los presidentes, políticos, periodistas, e intelectuales que evitan puntillosamente condenar o nombrar los periódicos genocidios militares de Israel en Gaza, repitiendo lo que ya hicieron durante la masacre israelí en Libano en el 2006.
La gran complicidad internacional con las masacres periódicas israelíes no se gestan por miedo al Estado de Israel sino por miedo a lo que representa el Estado de Israel.
No se trata de Israel, un Estado sionista más, sino del "Gran Israel", la patria del judaísmo mundial (con territorio robado a los palestinos), de la cual todos los judíos del mundo se sienten sus hijos pródigos desperdigados por el mundo.
No se trata de Israel, sino de las poderosas organizaciones y comunidades judías mundiales que apoyaron en bloque el genocidio militar de Israel en Gaza, que utilizan su poder y "escala de prestigio" (construida mediante su victimización histórica con el Holocausto) para convertir en un leproso social al que se atreva criticar o a levantar la voz contra el exterminio militar israelí en Gaza.
Los gobiernos del mundo capitalista, los periodistas, intelectuales, organizaciones sindicales y sociales no le temen a Israel, sino a su lapidación social como "antisemita" (mote que se le otorga al que enfrenta y/o denuncia al sionismo judío).
No le temen al Estado de Israel, sino a los hijos de Israel camuflados en los grandes centros de decisión del poder mundial, sobre todo económicos-financieros y mediático-culturales.
Los políticos, intelectuales y periodistas del sistema no temen a Israel, sino que temen a los medios, organizaciones y empresas judías, y a su influencia sobre los gobiernos y procesos económicos-culturales del sistema sionista capitalista extendido por todos los países a escala planetaria.
En definitiva temen que las empresas, las universidades, las organizaciones y las fundaciones internacionales sionistas que financian y o promocionan sus ascensos y puestos en la maquinaria del sistema los declaren "antisemitas" y los dejen sin trabajo, sin vacaciones y sin jubilación.
Esa es la causa principal que explica porque los intelectuales, académicos  y periodistas del sistema viven elucubrando sesudos análisis de la "realidad" política, económica y social sin la presencia de la palabra judío o del sistema capitalista que paga por sus servicios.
Si bien hay un grupo de intelectuales y de militantes judíos de izquierda (entre ellos Chomsky y Gelman, entre otros) que condenaron y protestaron contra el genocidio israelí en Gaza, la mayoría abrumante de las comunidades y organizaciones judías a escala planetaria apoyaron explícitamente la masacre de civiles en Gaza argumentando que se trataba de una "guerra contra el terrorismo".
A pesar de que Israel no invadió ni perpetró un genocidio militar en Gaza con la religión judía, sino con aviones F-16, misiles, bombas de racimo, helicópteros Apache, tanques, artillería pesada, barcos, sistemas informatizados, y una estrategia y un plan de exterminio militar en gran escala, quien cuestione esa masacre es condenado por "antisemita" por el poder judío mundial distribuido por el mundo.
A pesar de que el lobby judío sionista  que controla Israel, tanto como la Casa Blanca, el Tesoro y la Reserva Federal de EEUU no reza en las sinagogas sino en la Catedral de Wall Street, el que lo critique es tildado de inmediato como "antisemita" o "nazi" por las estructuras mediáticas y culturales controlados por el poder judío mundial.
Las campañas de denuncia de antisemitismo con las que Israel y las organizaciones judías buscan neutralizar a las criticas contra la masacre, abordan la cuestión como si el sionismo judío (sostén del estado de Israel) fuera una cuestión "racial" o religiosa, y no un sistema de dominio imperial que abarca interactivamente el plano económico, político, social y cultural, superando la cuestión de la raza o de las creencias religiosas. 
El lobby sionista no controla el mundo con la religión: lo maneja con bancos, trasnacionales, hegemonía sobre los sistemas económicos-productivos, control sobre los recursos naturales, control de la red informativa y de manipulación mundial, y manejo de los valores sociales a través de la publicidad, la cultura y el consumo estandarizado y globalizado por los medios de comunicación.
En definitiva, el lobby judío no representa a ninguna sinagoga ni expresión racial, sino que es la estructura que maneja el poder mundial a través del control sobre los centros económicos-financieros y  de decisión estratégica del sistema capitalista expandido como civilización "única".
Antes que por la religión y la raza, el lobby sionista y sus redes se mueven por una ideología política funcional: el sionismo capitalista-imperial que antepone el mercado, la concentración de riqueza, la "política de negocios", a cualquier filosofía que roce las nociones del "bien" o del "mal" entendidos dentro de parámetros sociales.
Entonces: ¿De qué hablan cuando hablan de "antisemitismo" o de "anti-judaismo religioso? ¿En que parámetros referenciales se basa la condición de "antisemita"? ¿Quién es antisemita? ¿Quién critica a los judíos por su religión o por su raza en las sociedades del mundo?
A lo sumo, a los judíos, como está probado en la realidad social de cualquier país, no se los critica por su religión o condición racial sino por su apego excesivo al status del dinero (también cultivado por otras colectividades) y a integrar estructuras o jerarquías de poder dentro de un sistema injusto de opresión y de explotación del hombre por el hombre, como es el sistema capitalista.
Salvo los grupos minoritarios de fanáticos y racistas que sólo se representan a sí mismos, en las  sociedades (salvo el nazismo alemán y algunas excepciones) casi nunca hubo "persecución religiosa o racial" del judío, si no que hubo una asociación del judío con la "peor cara del capitalismo", representada en el sistema económico-financiero especulativo.


En resumen:

El  lobby sionista que protege al Estado de Israel (por "derecha" y por "izquierda) esta conformado por una estructura de estrategas y tecnócratas que operan las redes industriales, tecnológicas, militares, financieras y mediáticas del capitalismo trasnacional extendido por los cuatro puntos cardinales del planeta.
Sus redes se expresan a través de una multiplicidad de organizaciones dedicadas a promover el actual modelo global, entre las que se cuentan principalmente: The Hudson Institute, The RAND Corporation, The Brookings Institution, The Trilateral Commission, The World Economic Forum, Aspen Institute, American Enterprise Institute, Deutsche Gesellschaft für Auswärtigen Politik, Bilderberg Group, Cato Institute, Tavestock institute, y el Carnegie Endowment for International Peace, entre otros.
Todos estos think tanks o "bancos de cerebros", reúnen a los mejores tecnócratas, científicos y estudiosos en sus respectivos campos, egresados de los las universidades de EEUU, Europa y de todo el resto del mundo.

El lobby no responde solamente al Estado de Israel (como afirman los analistas de la "cara derechista" de los neocons) sino a un poder mundial sionista que es el dueño del Estado de Israel tanto como del Estado norteamericano, y del resto de los Estados con sus recursos naturales y sistemas económico-productivos.

El lobby no solamente está en la Casa Blanca sino que abarca todos los niveles de las operaciones del capitalismo a escala trasnacional, cuyo diseño estratégico está en la cabeza de los grandes charmans y ejecutivos de bancos y consorcios multinacionales que se sientan en el Consenso de Washington y se reparten el planeta como si fuera un pastel.

Ni la izquierda ni la derecha partidaria hablan de este poder "totalizado" por la sencilla razón de que ambas están fusionadas (a modo de alternativas falsamente enfrentadas) a los programas y  estrategias del capitalismo trasnacional que controla el planeta.

Por lo tanto, y mientras no se articule un nuevo sistema de comprensión estratégica (una "tercera posición" revolucionaria del saber y el conocimiento) el poder mundial que controla el planeta, seguirá perpetuándose en las falsas opciones de "izquierda" y "derecha".

Y el lobby judío de "derecha" de los republicanos conservadores seguirá sucediendo  al lobby judío "de izquierda" de los demócratas liberales en una continuidad estratégica de las mismas líneas rectoras del Imperio sionista mundial.

Y las masacres del Estado de Israel seguirán, como hasta ahora, impunes y protegidas por las estructuras del sistema de poder mundial sionista capitalista que lo considera como su "patria territorial".





(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Ver sus trabajos en Google y en IAR Noticias

sábado, 14 de mayo de 2016

La limpieza étnica sobre la que se construyó Israel

Al-Nakba: la limpieza étnica sobre la que se construyó Israel

Cada 15 de mayo, el Día de la Catástrofe conmemora la expulsión de 750.000 palestinos de sus casas para facilitar el nacimiento de Israel
Miércoles, 10 de marzo de 1948. 11 hombres ultiman en un edificio de Tel Aviv conocido como La Casa Roja un plan que cambiará la historia del mundo.
El Plan Dalet, por la 4º letra del alfabeto hebreo, tendrá dos enormes consecuencias: la definición sociopolítica del Estado de Israel y lo que autores como el historiador Ilan Pappé han denominado la limpieza étnica de Palestina.
Había nacido la Catástrofe o, en árabe, Al-Nakba, día que los palestinos conmemoran cada 15 de mayo.
I - UN ESTADO JUDÍO COMO META
Aquellos hombres de La Casa Roja tenían un líder. David Ben-Gurión es conocido como el ideólogo, el arquitecto del Estado de Israel. Su nombre es lo primero que lee cualquier persona que aterrice en el aeropuerto de Tel Aviv.
Nada más terminar la II Guerra Mundial, Ben-Gurión fue capaz de advertir queel Mandato británico de 1922 sobre Palestina estaba de retirada, ya que los laboristas iban a dedicar todo su esfuerzo político a construir un estado de bienestar en Gran Bretaña.
La meta de Ben-Gurión y sus hombres no era la creación de Israel, sino que este fuera un Estado judío.
Para sortear el enorme problema que presentaba al hecho de que en 1948 la comunidad judía poseía solo el 5,8% de la tierra en Palestina, trataron de que los colonos judíos llegados a territorio palestino se establecieran en zonas rurales. En vano, ya que preferían las ciudades.
La consecuencia de aquello fue que las colonias judías rurales estaban muy aisladas entre sí y rodeadas de árabes, alimentando el concepto sionista debitachon, o percepción de amenaza y maximización de la seguridad. A pesar de que esto hacía imposible una partición del territorio, la ONU había tomado esta decisión en 1947 en unas negociaciones boicoteadas por las autoridades palestinas.
A Ben-Gurión y sus compañeros sionistas no les parecia suficiente. Todo pasaba por desarabizar Palestina.
Pasaron meses ultimando un detalladísimo mapa de todas las aldeas que conformaban el territorio palestino, con información incluso de propiedades o de la cría de animales de cada pueblo...
... y encomendaron la ejecución de su idea a decenas de miles de hombres armados de grupos paramilitares como Irgún, Palmaj o Haganá, cuya unión acabó formando el germen del actual ejército israelí.
II - "MATAD A CUALQUIER ÁRABE QUE OS ENCONTRÉIS"
En los Archivos Estatales Israelíes existen hoy documentos como una carta en la que Ben-Gurión afirma que "podríamos matar de hambre a los árabes de Haifa y Jaffa [si quisiéramos hacerlo]".
En su Diario, el futuro primer ministro escribía el 1 de enero de 1948: "Necesitamos ser certeros a la hora de elegir el momento, el lugar y los blancos oportunos de nuestros golpes. Si acusamos a una familia, necesitamos dañarla sin piedad, lo que incluye a sus mujeres y niños. De otro modo, no se tratará de una reacción eficaz. Durante la operación no hay necesidad de distinguir entre culpables y no culpables".
Los líderes sionistas nunca dudaron de su superioridad militar a pesar de las dificultades sociológicas de la empresa: en lo que después sería Israel había 1 millón de palestinos y 600.000 miembros de la comunidad judía.
El primer ataque a gran escala fue la Operación Najsón. En abril, las aldeas palestinas que conectaban Tel Aviv con Jerusalén fueron "limpiadas". Una de ellas era Deir Yassin. De 600 habitantes, fueron asesinados —muchos a sangre fría— alrededor de 100.
30 eran bebés. Deir Yassin funcionó como advertencia al resto de aldeas.
El terrorismo en las formas no era otra cosa que la traducción de órdenes como la de Mordechai Maklef, jefe de la brigada Carmeli que capturó la próspera ciudad de Haifa: "Matad a cualquier árabe que os encontréis, quemad todos los objetos inflamables y forzad las puertas con explosivos". Maklef sería posteriormente jefe del Estado Mayor del ejército israelí.
La Haganá utilizaba altavoces de los que salían mensajes como "el día del juicio ha llegado". Del puerto de Haifa huyeron miles de palestinos. Muchas barcas se hundieron a los pocos metros. Iban atestadas de refugiados.
Algunos llegaron a Acre, durante cuyo asedio la Haganá introdujo en el agua potable gérmenes de tifus. En Safed, de 9.500 árabes, solo quedaron 100 ancianos que poco después fueron expulsados al Líbano.
En el primer mes y medio de Plan Dalet, los hombres de Ben-Gurión tomaron unas 200 aldeas o ciudades. Más de 175.000 palestinos habían sido ya desplazados de sus hogares.
III -LAS LLAVES
El 14 de mayo de 1948 Ben-Gurión leyó en Tel Aviv la declaración de independencia del Estado de Israel. Lo hizo bajo un retrato de Theodor Herzl, el fundador del sionismo moderno y abriendo las puertas a la llegada "de todos los judíos del mundo".
El día siguiente, tropas transjordanas, egipcias, sirias, libanesas e iraquíes cruzaron la frontera israelí y el nuevo Estado pudo hablar de la primera "guerra árabe-israelí". Las fuerzas eran desiguales y Ben-Gurión completó su sueño, ya como primer ministro del país, de un Israel exclusivamente judío.
Las ofensivas se recrudecieron. Demoliciones de casas. Bombardeos aéreos. El 14 de julio se produjo la expulsión más grande del proceso, cuando 60.000 personas huyeron de Lydda y Ramla bajo un ataque liderado por el después primer ministro Isaac Rabin.
El nuevo Estado plantó pinos entre los escombros de las casas árabes mientras se arrancaban olivares, uno de los símbolos tradicionales de Palestina.
531 aldeas o pueblos fueron literalmente borrados del mapa o repoblados por colonos judíos.
750.000 personas forzadas a abandonar su hogar. Hoy, sus descendientes en Gaza, Cisjordania, Líbano y Jordania suman unos 7 millones.
Cada 15 de mayo celebran el Yawm an-Nakba, el Día de la Catástrofe.
Su lema, "volveremos". Su símbolo, las llaves de las casas de las que fueron arrancados.

Elsztain y sus empresas comienzan a hacer agua



IRSA y Cresud con problemas legales
IRSA (IRSA) y su empresa controlante Cresud (CRES), una vez más se ven envueltos en una demanda colectiva en los Estados Unidos por supuesta violación de las leyes de los mercados de capitales de los Estados Unidos.
Cómo ya sabrás, un grupo de accionistas iniciaron una demanda contra ambas empresas y sus ejecutivos a principios de año en el Estado de California, pero hace tan solo 10 días esta demanda se cayó. Ahora, un nuevo grupo de accionistas inician otra demanda, esta vez en las cortes del Estado de Pensilvania.
El caso
La desarrolladora inmobiliaria argentina junto a su controlante, pronto comenzarán a litigar en las cortes norteamericanas por una nueva demanda judicial que acusa a ambas empresas y a sus principales ejecutivos, de haber violado las leyes de los mercados de capitales de los Estados Unidos. De prosperar, IRSA, Cresud y sus propietarios, se encontrarían ante una situación muy complicada que podría llegar, en su caso más extremo, a remover las acciones de IRSA y de Cresud del Nasdaq (mercado de valores de Nueva York).

lunes, 9 de mayo de 2016

Iatrogenia, tu médico es la principal causa de muerte

Los tratamientos médicos son la primera causa de muerte


La primera causa de muerte en el mundo no son ya las enfermedades cardiovasculares ni la segunda el cáncer. Han sido desplazadas de lugar por ¡los tratamientos médicos! 

El hecho es de tal gravedad que resulta increíble que no se haya abierto urgentemente un debate público para analizar la situación. Y eso que el estudio que lo demuestra es impecable y no ha sido cuestionado. Según éste, publicado con el nombre de Death by Medicine, en Estados Unidos mueren no menos de 780.000 personas al año a causa de errores médicos, efectos yatrogénicos de los medicamentos, problemas relacionados con la cirugía, infecciones hospitalarias, procedimientos innecesarios, úlceras mal tratadas y malnutrición. Es decir, por tratamientos médicos. Y no están contabilizadas siquiera las muertes causadas por las exposiciones radiológicas, el uso excesivo de antibióticos, los medicamentos carcinógenos, el uso de la quimioterapia, la cirugía innecesaria, las terapias insuficientemente probadas y otras causas habituales lo que hace indicar que la cifra real es notablemente superior. De hecho, las cifras se basan sólo en los actos yatrogénicos reportados y se calcula que éstos no llegan al 20% de los ocurridos realmente. No puede extrañar, pues, que los propios autores del estudio afirmen: "Es evidente que el sistema médico americano es la causa principal de muerte y lesión en Estados Unidos" Y ofrecen el dato de que el coste de la yatrogenia para el sistema sanitario norteamericano es de ¡282.000 millones de dólares anuales!
"Cuando la causa número uno de muerte en una sociedad es el sistema de protección de la salud -se llega a decir en las Conclusiones del estudio- entonces tal sistema no tiene excusa alguna para abordar sus propias limitaciones urgentes. Es un sistema fallido que precisa de atención inmediata. Lo que nosotros hemos perfilado en este documento refleja aspectos insoportables de nuestro sistema médico contemporáneo que necesita ser reformado desde sus mismos cimientos". 
Obviamente, estas cifras son extrapolables a cualquier estado occidental desarrollado porque el sistema sanitario es muy similar en todos ellos. Y eso supone, teniendo en cuenta que en España somos hoy 43 millones de habitantes, que en nuestro país mueren por las razones inicialmente apuntadas -sin contar otras- no menos de 130.000 personas al año a causa de los tratamientos médicos. Evidentemente la cifra es muy superior ya que a ella habría que añadir, por ejemplo, los 100.000 españoles que fallecen de cáncer anualmente sólo en hospitales (sin contar a quienes mueren en sus casas).


 ¿Hasta cuándo vamos a consentir este disparate? ¿Hasta cuándo vamos a aceptar que un sistema completamente fracasado e inútil acabe cada año con la vida de decenas de millones de personas en el mundo sin que se haga nada? ¿Es entendible que se cree en España una comisión de investigación parlamentaria para averiguar qué llevó a la muerte a 192 personas en marzo pasado en un acto vil y cobarde pero no se quiera debatir el genocidio que se perpetra legalmente desde el sistema sanitario? El único debate que se desarrolla en nuestro ámbito político es el de cómo financiar ese sistema. ¡Vaya estupidez! Eso se resuelve fácil y rápidamente: basta con que los estados se nieguen a sufragar los medicamentos que no curan, aquellos que tienen mero carácter paliativo o se limitan a aminorar los síntomas sin afrontar la enfermedad... y que además provocan efectos secundarios negativos (es decir, yatrogénicos). Porque eso supondría dejar de costear ¡el 98% de los fármacos! Y es que la inmensa mayoría de los medicamentos ¡no curan nada! ¿Hasta cuándo se va a amparar, pues, tamaño dislate? ¿Es que la corrupción y la falta de ética han podrido hasta tal punto los pilares de nuestra sociedad que ésta carece ya de capacidad de reacción ante lo que está sucediendo?

Después de leer lo anterior puede contrastarse el diferente tratamiento que se le da a las muertes causadas por las farmacéuticas y a las supuestas muertes que podrían causar otro tipo de tratamientos. 

Se ha producido recientemente un caso escandaloso con Andreas Kalcker, quien fue detenido mientras impartía una conferencia donde se hablaba del MMS. Andreas ha sido imputado y se enfrenta a serios cargos.

El 8 de Diciembre de 2012 tuvo lugar en Balaguer ( Lleida ) un acto de Apoyo aAndreas Kalcker organizado por la Asociación Dolça Revolució.



La incidencia de reacciones secundarias-adversas, producidas por medicamentos recetados, es el problema de salud más criticado en los Estados Unidos. 

Desafortunadamente al analizar los efectos de los medicamentos químicos en el organismo, podemos señalar que las enfermedades que causan, son peores que la enfermedad que se suponían curarían.

Las estadísticas indican que millones de personas son admitidas en los hospitales de los Estados Unidos cada año, debido a las enfermedades producidas por las medicinas. Y el número de fatalidades por esta causa sigue en aumento.

El negocio médico-farmacéutico produce cientos de miles de millones de beneficio a costa de millones de enfermos y muertes. Todo se reviste con el engañoso poder del conocimiento y la ciencia, del prestigio de la profesión médica, de los miles de millones invertidos en tecnología. Se trata de denigrar las medicinas naturales y terapias no convencionales, acusándolas de ineficaces, estafas y hasta fanatismos.

Anualmente se le ofrece al médico alrededor de 400 nuevas drogas, y encontramos que los fabricantes de las mismas se enfocan en exagerar sus beneficios e ignorar los efectos secundarios.

Por otro lado la sociedad actual señala el error como castigable y culpabilizable, por eso fácilmente se cae en la tentación de ocultar u omitir un error. Evidentemente, esta forma de actuar oculta datos y dificulta la actuación para evitar errores reiterados.

Ya en 1994 el médico Lucian L. Leape denunció los hechos en un artículo titulado “El error en Medicina”, donde llegaba a la conclusión de que en Estados Unidos morían al año 180.000 personas por iatrogenia (acto médico dañino); años más tarde el propio Leape duplicaría la cifra. En 1999, otro estudio convertía a la Iatrogenia en la tercera causa de muerte en Estados Unidos y cuatro años después, la cifra de 250.000 pasa a 783.936, convirtiéndose en la primera causa de muerte.

A continuacion le relacionamos el daño que pueden provocar algunas de las medicinas mas comunes que consumimos, y las estadísticas que existen hasta el momento:

- ASPIRINA. Produce náuseas, vómitos, hemorragias gastrointestinales, diarreas, úlceras, acidosis, ruido en los oídos, sordera, exceso de sudor, fiebre, sed, visión nublada, erupciones en la piel, palpitaciones del corazón, alucinaciones, delirio, funcionamiento anormal de los riñones, muerte del feto, estupor, coma, convulsiones, colapso circulatorio, reducción del azúcar en la sangre, retardación mental y la muerte. A los diabéticos les provoca irritación, dolores, vómitos y hasta sangrado en el estómago. Los alérgicos al ácido acetilsalicílico deben tener mucho cuidado también, porque les afecta el hígado, y pueden llegar a desarrollar una enfermedad hepática bastante grave. Además el consumo repetido de la aspirina puede llegar a provocar que su efecto cada vez sea menos potente y menos útil.

- ANTIBIOTICOS. De acuerdo con el Dr. Hobart Reiman, del Colegio Médico Habheman, del 15 al 30 % de todas las personas que toman o se inyectan antibióticos sufren de alguna reacción dañina a la salud y varios centenares de ellas mueren anualmente. Pueden causar los siguientes efectos secundarios: anemia aplástica, leucopenia, palpitaciones excesivas del corazón, alta presión, dolores de cabeza, escalofríos, nauseas, vómitos, diarreas, dermatitis, mareos afecciones de los oídos, inflamación de los nervios, dolores de las coyunturas, irritación de los riñones, vista nublada, adormecimiento y sensación de alfilerazos en las manos y piernas, desórdenes de la sangre, asma, alergias, debilidad, sudor en exceso, hemorragias, daño a los nervios, dificultad al tragar, inflamación del intestino, efectos tóxicos a los riñones, al bazo, al hígado y la muerte.

- MEDICAMENTOS PARA REDUCIR EL COLESTEROL. Pueden producir hemorragias, tromboflebitis, accidentes al cerebro vasculares, cambios emocionales, afecciones en la vista, fatiga, inflamación, mareos, ruidos en los oídos, carraspera, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, indigestión, picazón en la piel, irregularidad de la menstruación, aumentos en condiciones del corazón ya existentes, frecuencia excesiva de orinación, estreñimiento, o diarreas, pérdida del pelo, reducción de peso, temblores, nerviosidad e insomnio.

- DROGAS PARA LA ALTA PRESION. Congestión de la nariz, sequedad de la garganta, alteraciones del ritmo cardíaco, diarrea, estreñimiento, nauseas, vómito, mal funcionamiento del hígado, debilidad muscular, hemorragias, erupciones de la piel, aumento excesivo de peso, dolor abdominal, insomnio, pesadillas, somnolencia, fatiga, inflamaciones, dificultad al respirar, exceso de gases, depresión, ansiedad, síntomas de artritis, lupus, leucopenia, mareos, nerviosismo, escalofríos, dolor en el pecho y en el brazo izquierdo (angina), adormecimiento de las manos y piernas, daño en el cerebro, a los riñones y otros órganos, e impotencia sexual en los hombres.

- PILDORAS ANTICONCEPTIVAS. No deben de ser usadas por personas que sufren de alta presión. Puede causar dolores de cabeza, migraña, epilepsia, daño al sistema nervioso, caída del pelo, daño al hígado, apoplejías, tromboflebitis, embolia pulmonar, afecciones a los ojos, anemia, picor en la piel, complicaciones de condiciones ya existentes en el corazón, tumores cancerosos, frialdad sexual, diabetes, esterilidad, aumento de la tensión arterial, aumento de peso, del volumen plasmático y debilitamiento cardíaco, también causa un efecto directo sobre la reabsorción tubular del sodio y agua, alteración de los mecanismos de la coagulación, aumento de los triglicéridos, formación de cálculos biliares, tumores del hígado benignos y malignos.

- PILDORAS TRANQUILIZANTES. Producen degeneración en los músculos del corazón y de las venas y arterias, destrucción de los glóbulos rojos, aumento en el tamaño del hígado y del bazo, depósito de grasa en el hígado, en los riñones, en los pulmones, en el corazón. Cataratas, falta de coordinación y debilidad muscular, adormecimiento, inseguridad al caminar, temblores, desórdenes de la sangre, miopía, aumento de apetito y de peso, menstruación irregular, nauseas, vómitos, baja presión, mareos convulsiones, vista borrosa, dolor de cabeza, resequedad de la boca , palpitaciones excesivas del corazón, calambres, fogajes, disturbios mentales, temblores, alergias, fiebre, inflamación de las venas, parálisis de los músculos, mal funcionamiento del corazón, formación de dependencia psicológica, lleva al suicidio y la muerte.

- HORMONAS INTRAVENOSA Y PILDORAS PARA LA MENOPAUSIA. Incrementa el riesgo de cáncer endometrial, cáncer cervical y vaginal, problemas congénitos, induce a los neoplasmas malignos, administrada por mucho tiempo aumenta la frecuencia de carcinomas del seno, endometrio, cerviz, vagina, hígado, vejiga, riesgo de tromboembolia vascular, adenoma hepático, presión sanguínea alta, hipercalcemia, retención de líquidos, depresión mental, problemas genitourínarios, cambios en el período menstrual, dismenorrea, sindrome premenstrual, candidiasis vaginal, problemas gastrointestinales, náuseas, vómito, melanoma, eritema, erupción de la piel, endurecimiento de la cornea, dolores de cabeza, migraña, aumento o disminución de peso, reduce la tolerancia a los hidratos de carbono, edemas, cambio en el libido, riesgo a infarto del miocardio, embolia pulmonar, tromboflebitis, intolerancia a los lentes de contacto, mareos y la muerte.


De acuerdo con las conservadoras estimaciones publicadas en Journal of the American Medical Association, más de 120.000 personas mueren cada año a causa de los efectos adversos de los medicamentos (Starfield, 2000. Cita del autor). No obstante, un estudio más reciente basado en los resultados de un seguimiento de diez años de las estadísticas gubernamentales revela que las cifras son aún más descorazonadoras (Null, et al., 2003. Cita del autor). Este estudio concluye que las enfermedades iatrogénicas son la primera causa de muerte en Estados Unidos y que las reacciones adversas a los fármacos recetados son responsables de más de 300.000 muertes al año. Si a los cercanos 400.000 muertos por iatrogenia en los Estados Unidos sumamos las muertes producidas por la misma causa en Europa, más las de los países avanzados, mas las del llamado tercer mundo, estamos hablando de millones de muertes al año por ingestión de medicamentos.

Estos datos estadísticos son abrumadores, en especial para una profesión cuyo objetivo es curar y que ha desdeñado con arrogancia los tres mil años de la medicina oriental y los suplementos nutricionales naturales.

Está claro que las multinacionales farmacéuticas sacan un enorme beneficio de esta situación, ejerciendo un control sobre la población, gobiernos, profesión médica y su ejercicio. Los médicos no pueden alegar ignorancia, pues datos y estadísticas son públicos y el día a día de su ejercicio profesional les muestra con claridad la realidad.

El juramento hipocrático que dice que "lo primero es no hacer daño al paciente" se incumple porque se les enseñan a depender de protocolos y de fármacos. Los descubrimientos de la biología celular, de la física cuántica y otras ciencias de vanguardia que cambian diametralmente la visión de lo que es un ser humano, no se han integrado con certeza a la nueva visión cientifica, avanzada y real que debe prevalecer.

Aquí le aportamos otros datos de interés:

- Según un informe sobre los ingresos hospitalarios provocados por las intoxicaciones con fármacos en Estados Unidos, dirigido por Jeffrey H. Coben, de la Universidad de West Virgina, en Estados Unidos las muertes por intoxicaciones de medicamentos entre personas de más de 35 años superan a las muertes de accidentes de tráfico.

- En un estudio publicado en Estados Unidos a finales del año 2010, por una organización no lucrativa bajo el título “Death by Medicine” , se llegó a la conclusión de que la medicina causa más daño que beneficio. En el año 2001, de 278 millones de personas, 8,9 millones fueron hospitalizados innecesariamente y 2,2 millones de esos hospitalizados sufrieron reacciones adversas causadas por los medicamentos administrados en los hospitales. En 2003, según fuentes hospitalarias, se llevaron a cabo 7,5 millones de intervenciones médicas y quirúrgicas innecesarias. En Estados Unidos, durante un año murieron 783.936 personas, todas ellas causadas como reacción a medicamentos en hospital o fuera del hospital, malnutrición, errores médicos, infecciones, procedimientos innecesarios, problemas en cirugías, etc.

- Según el gobierno de Estados Unidos, después de la mariguana, las drogas recetadas son los narcóticos de mayor uso en Estados Unidos, y la epidemia de sobredosis ya supera las epidemias del pasado de cocaína, crack y heroína black tar. El Centro de Control de Enfermedades (CDC) señala que más de 27 mil personas murieron por este tipo de sobredosis en 2007, un incremento de más de 5 veces desde 1990 para llegar a su nivel más alto.

- El Dr. Dale Console - anterior Director Médico de los laboratorios Squibb dijo: "Los médicos y el público están continuamente sujetos a una enormidad de nuevas medicinas, algunas sin valor y otras con gran potencial para hacer más daño que bien".

- El Dr. D.G. Fried - de la Universidad de Harvard dice: "De más de 8,000 medicinas disponibles para el médico, es casi imposible tener información para seleccionar las que debe de usar con sus pacientes".

- El Dr. Wolff - Director de Investigaciones del Washington Hospital Center, ha reportado que "la mayoría de las medicinas que recetan los médicos hacen más daño que bien".

Es imperativa la necesidad de cambiar el sistema que impide a la comunidad médica informar de estos incidentes, ya que en la información también reside el problema.
Todos los estudios mencionados sobre estas reacciones adversas, ya sea hospitalarias, o a medicamentos, coinciden en dos cosas importantes: la importancia del problema y la necesidad de cambiar la “cultura médica” al respecto. Diversos estudios exponen la reticencia de la profesión médica a informar de esos errores y, si ellos no dan el paso, las profesiones del ámbito circundante tampoco lo harán.

Lo sabemos todos. Lo sabe la industria farmacéutica, lo saben los médicos, lo sabe el estado y lo saben las propias víctimas: los enfermos. Cuide usted mismo su salud.

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