domingo, 4 de mayo de 2014

ANTIJUDAÍSMO VS ANTISEMITISMO

ANTIJUDAÍSMO VS ANTISEMITISMO



1) Judaísmo: El judaísmo es un problema no solo de la filosofía política o de la filosofía de la religión, es un problema vital –pues la vida misma está en grave peligro por las religiones monoteístas institucionalizadas por el judaísmo, base del funesto lavado cerebral de masas del sistema establecido por la cultura de la muerte- El problema del judaísmo no se reduce a un problema de racismo, ya que el judío no pertenece a una raza. El problema radica en que esta etnia-pueblo, de bases religiosas, peligrosamente se ha hecho con el poder mundial con una política de expansionismo e imperialismo gracias al racismo, la manipulación, la ambición demencial, el robo, el saqueo, la usura, la traición, el aglutinamiento de masas, la hipocresía, el lavado cerebral, etc. El mundo de hoy es un campo de concentración dirigido por la “hermandad” judía que está llevando a toda la humanidad al suicidio colectivo…




Soslayando la académica antropología, cualquiera se da cuenta que las razas se distinguen por el “color de piel”, y no por las “creencias religiosas”: EL JUDAÍSMO NO ES UNA RAZA, porque no es un color de piel. Según cualquier diccionario de la lengua, una raza es un grupo humano caracterizado por el color de la piel: raza negra, raza blanca, raza roja, raza amarilla, raza azul, etc… en ningún instante dice que es un grupo humano que se caracteriza por sus “creencias religiosas”. El color de piel es lo que distingue a las razas, no a las religiones. Es decir, el judaísmo no entra en el conjunto de razas por ser un sistema de “creencias religiosas” y no un color de piel. Existen en el mundo judíos de TODAS las razas: judíos negros, judíos blancos, judíos mestizos, judíos amarillos chinos, judíos indios, etc. que se aglutinan en un sistema religioso. Es una religión que rinde culto a una interpretación de la “divinidad”, una agrupación humana que nació como una secta u orden religiosa para luego aglutinar al rebaño humano en su sistema de creencias y convertirse en una religión poderosísima que inculca sus creencias a las masas subordinadas en la terrible esclavitud del espíritu del sistema establecido actual.



Es clara la diferencia entre raza y religión, pero el término “antisemitismo” se nos presenta como un eslabón entre el racismo y el fanatismo religioso, ya que los judíos se identifican a ellos mismos como una raza especial llamada “semita”. En su esquema mental son “los elegidos” del resto de humanos por su “dios” Yavé o Jehová, y por su megalomanía se creen los más inteligentes del mundo. El término semita viene de la fábula escrita en el libro religioso judío llamado la Biblia donde se afirma que los judíos son los descendientes de Sem, hijo del patriarca judío Noé, hijo de Adam, primer hombre creado por Jehová. Así, el término “semita” tiene una connotación religiosa y no racial. Los judíos se identifican a sí mismos como la “raza semita” porque predican la pureza racial y la pureza de sangre fundamentados por creencias religiosas (lo distintivo de los judíos es su sangre). Como “elegidos” por su dios-Jehová, pretenden distorsionar la realidad y convertir su religión en una “raza”. Optaron por el término “semita” como etnia de sangre descendiente de Adam, Noé, Sem, para referirse a todos los judíos, así como a sus descendientes primos árabes y correligionarios cristianos. El término semita tiene así una connotación de “raza”, se empezó a hablar de los judíos como “la raza semita”, y el judaísmo, que empezó como una secta religiosa, una religión, terminó convirtiéndose ahora en una “raza”. Los musulmanes árabes adoptaron las mismas creencias monoteístas de los judíos y, por lo tanto, también son semitas. Según las creencias del islamismo, los musulmanes también son descendientes directos de Adam, Sem, Abraham, Noé, Moisés...los islámicos tienen los mismos patriarcas judíos. El Dios Alá árabe es el mismo Dios Jehová judío, su monismo monoteísta y su moralismo rígido del “premio y del castigo” es exactamente el mismo. Por la llegada de Mahoma, el islamismo se distanció del judaísmo, provocando un odio irracional de los judíos contra sus primos árabes, que se palpa hasta hoy en día por las atroces guerras en Medio Oriente. Así como los judíos no creen tampoco que Jesús del cristo es el mesías, tampoco creen que Mahoma lo sea. Los judíos todavía esperan a su mesías, sin embargo, cristianismo e islamismo son religiones cuyas raíces se encuentran en el judaísmo, son fuentes del mismo esquema religioso monoteísta de los judíos, son religiones monoteístas patriarcales que predican la “guerra santa” entre sí, la guerra de los dioses machos del monoteísmo judío, una guerra interna del judaísmo. Afirman que su “dios es el único dios” en su afán de Imperialismo y monismo egoico. Los apocalípticos cristianos, con espada en mano, adoptaron las mismas creencias monoteístas de los judíos gracias a su profeta judío Jesús que nació en las raíces del judaísmo según la historia judía del Nuevo Testamento contada en la Biblia (libro escrito por las élites judías para imponer su modelo mental y su modelo de religión monoteísta, materialista y autoritario-patriarcal). También el islamismo, con su Corán, su mesías es Mahoma, un descendiente de la realeza judía, que igual que Jesús, de la Casa de David, retornarían en el fin de los tiempos como “reyes del mundo”. Es característica del judaísmo la temporalidad lineal mesiánica de la llegada del mesías en un “caballo blanco”, (el madhi, el mesías) en pleno fin de los tiempos. El mesianismo es engendro del judaísmo, y las creencias apocalípticas lineales encarnan el arquetipo del “elegido de los judíos” que llegará como mesías “rey del mundo” en el fin de los tiempos: Al Dajjal, el Anti-cristo del nuevo orden mundial, el salvador Cristo-Satán de la de nueva era del Imperio de Sion, que provocará no solamente la “guerra santa” nuclear o Armagedón, sino también la apostasía a escala planetaria, la tribulación, la mala vibra global, el extremo de la decadencia espiritual y moral, el descenso final para la llegada del mesías judío. Estas religiones monoteístas defienden la tradición de la visión apocalíptica del mundo, el “fin de los tiempos”, el mesianismo, el propósito, la finalidad, la meta, la misión, la teleología de la servidumbre, con el esquema mental del “origen y la finalidad”, o “principio de todas las cosas”, “génesis” o “creación del demiurgo”. Esta malgama de símbolos religiosos forma parte de la manipulación de las emociones a través de la energía religiosa psicológica hacia el derrumbe total de la humanidad.




Con este esquema fueron arando el camino de la manipulación racista-religiosa que llaman “anti-semitismo” para que toda crítica a la demente religión y moral de los judíos sean tildadas de racismo. No se puede criticar ahora a la religiosidad judía ni a la moral judía sin ser tildado de nazi, “antisemita” o racista. Los judíos, adeptos de las creencias religiosas judías, usan muy bien su papel de víctimas para lograr la inmunidad moral. Los fanáticos antisemitas filo-nazis le hacen un gran favor a los judíos, en su papel de victimización y racismo. Ahora criticar a las creencias judías, es algo condenable por toda la cristianizada sociedad occidental, y hasta se puede ir a la cárcel por cuestionar el status quo judío. No se puede ahora expresar libremente la crítica contra las élites judías, porque quien se atreve es acusado de “antisemitismo”, como varios investigadores del problema judío. ¡El Estado de Israel pretende ahora criminalizar el “antisemitismo” a nivel global! Varios revisionistas históricos del supuesto Holocausto judío perpetrado por los nazis han terminado juzgados y apresados por hablar del problema judío. Sin embargo, criticar a la religión judía desde la filosofía política y la filosofía de la religión no es ningún antisemitismo ni racismo.

La histórica victimización del pueblo judío fue elaborada por judíos, de allí se explica por qué el nazismo fue creado por judíos, sirve a los intereses de las élites judías para la realización mesiánica de su demencial religión racialista, la dominación del mundo para preparar la llegada de su mesías rey...el nazismo es judaísmo.



2) Nazismo : Es gracias al nazismo que el judaísmo se consolida en la categoría de “raza”. Nace como un germen del racismo antisemita inculcado por los mismos judíos. El Partido Nazi fue creado por jerarcas judíos –asquenazis, blancos como Alfred Rosenberg- con bases religiosas racistas que se encuentran en la doctrina de la pureza racial predicado por los neo-templarios masones del hitlerismo esotérico, la Teosofía de Blavatzky, la masónica Sociedad de Thule o la platillista Sociedad del Vril. Los nazis reconocen a los judíos como una “raza” y defienden que los judíos deben tener su propio Estado de Israel en Palestina por su condición de “raza especial”. Los nazis tomaron en serio las creencias racistas religiosas judías porque ellos mismos adoptan la suprema estupidez mental de la supremacía racial, y colaboraron con los judíos en la inmigración masiva de judíos hacia Palestina para la creación del Estado de Israel. El holocausto judío, donde supuestamente fueron sacrificados 6 millones de judíos en los campos de concentración de los nazis-sionistas, fue la escusa perfecta para que los judíos crearan el Estado de Israel, y esto no enseñan en la escuela ni en la universidad, uno tiene que investigar y hacerse con los hechos para poder visualizar la realidad. El nazismo es un brazo armado del “antisemitismo” creado por judíos para victimizarse a ellos mismos, para acusar de racismo y nazismo a todo aquel que critique las políticas sionistas y para que los judíos tengan inmunidad moral. Los nazis también creen como los judíos en la tremenda ignorancia de las razas superiores y ellos mismos se creen superiores, judíos y nazis predican la supremacía racialista porque son engendros del mismo esquema mental. Son orgullosos de llamarse “antisemitas” y como racistas que abogan por la supremacía de su raza “aria” odian a las otras razas: la negra, india, mestiza, gitana, dando más combustible a la tremenda estupidez del racismo. El nazismo es racismo y “antisemitismo” creado y manipulado por judíos, una secta satánica religiosa neo-templaria que gracias al hitlerismo esotérico de Miguel Serrano y al tal Nimrod de Rosario, y con sus enajenados seguidores, se está convirtiendo en una nueva religión de la nueva era, quienes creen en la llegada del “avatar” hitleriano judío en un “caballo blanco” en el ragnarok o armagedón.



El Mesianismo inherente en la concepción nazi es propio del judaísmo, y como los judíos, los filo-nazis también esperan la segunda llegada de su mesías, como el cristianismo y el islamismo, esperan el retorno del mesías Adolf Hitler, encarnación de Wotan o de Lucifer, que sería como el Cristo de los cristianos, o el Mahoma de los islámicos. La misma estructura ideológica pervertida mesiánica de los judíos. El antisemitismo nazi es judío, una herramienta primordial del Gran Complot para el dominio del mundo.



Sin embargo, el problema nazi es más complejo. Los nazis abogan por la supremacía blanca-nórdica de los arios, sus “dioses blancos”-hiperbóreos que Madame Blavatzsky describe muy bien en su “doctrina secreta”. Viajan en “vimanas” (ovnis) hacia otras dimensiones, y como los antiguos gnósticos judíos están en una absurda guerra contra la materia, contra la naturaleza y contra sí mismos, contra el universo material supuestamente “creado” por el demiurgo Jehová, dios de los judíos. Los gnósticos nazis, al reafirmar la existencia de Jehová con su génesis o “creación”, siguen el mismo esquema mental de los judíos porque son hermanos gemelos. El “creacionismo” del momento inicial u origen, y el Luciferismo-Hitleriano-gnóstico que se rebela contra Jehová es un problema judío. El antisemitismo satánico-luciferino de los filo-nazis es funcional para los planes de victimización de los judíos, para que las élites satánicas judías logren sus planes de expansión y conquista mundial para la llegada del mesías Al Dajjal. En verdad, hay un íntimo vínculo entre los judíos y los nazis arios porque el mismo mesías del nazismo, Adolf Hitler, era un judío, y odiaba a su estirpe-etnia. Este dictador racista prohibió la investigación sobre sus raíces judías, su abuelo era un hijo ilegítimo de Salomon Rothchild, y como todo masón, Hitler era un ecologista antihumano, soñaba con la unificación de Europa y el Nuevo Orden Mundial que él llamó Tercer Reich, anhelaba como todos los Illuminazis, el “Escatón”, el “Armagedón” para la llegada del mesías y para la supuesta demencial “destrucción del universo”.¡¿…?!




Conclusión

Todo aquel que llame nazi a cualquier investigador del problema judío está cometiendo un acto de terrorismo intelectual, así como todo nazi que acuse de judío a cualquier investigador sobre el problema nazi. Judíos y nazis tienen los mismos esquemas mitológicos religiosos, son dos hermanos gemelos. El mismo racismo antisemita blanco de los nazis es el mismo de la supremacía racial judía talmúdica sionista, funcional a las políticas de racismo y genocidio que ejecutan los gobiernos totalitarios sionistas nazis, ashkenazis sefarditas de hoy. El antisemitismo nazi racista es la mejor herramienta de los judíos para su victimización y continuar con sus políticas globalistas. Dice un judío llamado Haïm Cohen: "La amarga ironía de la suerte ha querido que las mismas tesis biológicas y racistas propagadas por los nazis sirvan de base para la definición oficial de la judaicidad en el seno del Estado de Israel".


En la guerra espiritual y psicológica de la resistencia contra todos los parásitos del pensamiento (ideologías, esquemas, posturas, dogmas) que el sistema judío inculca, es necesario un auto-examen del pensamiento por honestidad con uno mismo, pensar sobre el esquema mental propio e identificar lo que nos ha sido inculcado en el lavado cerebral de la cultura de la muerte, expulsar toda esa mala vibra de las ideologías impuestas, y reconocer el pensamiento extraño-parásito para deshacerse de él… esto es como un acto de guerra.



La filosofía del anarco-nihilismo en el contexto de la 

Globalización o Nuevo Orden Mundial



Disertación para la obtención del Título de Licenciatura en Filosofía

Anti-Christian Patricio Arroyó Cabezas
Quito, Junio del 2006



PRÓLOGO

Los estudios sobre la filosofía política se han centralizado en analizar las teorías y conceptos del paradigma del pensamiento racionalista “occidental”, sin salirse de esta dimensión teórica homogénea. En algunos círculos académicos el pensamiento político no ha podido sobrepasar los lineamientos de la filosofía clásica europea, sus propias falencias y errores se reflejan en sus contradicciones y paradojas. Sus supuestos filosóficos construyeron el “proyecto” de la modernidad con sus ideales de “desarrollo” y “progreso”, para después precipitarse en la decadencia nihilista propia del mundo contemporáneo.

El concepto de “cracia” (poder) nacido en los griegos, el Estado-nación de la Ilustración, el proyecto hegeliano del espíritu absoluto reflejado en el Estado, la “voluntad general” del Estado en Rousseau, el comunismo de los dialécticos materialistas marxistas y su Estado provisional, entre otros temas sobre el Estado y la razón, son los preferidos por la academia en filosofía política, y toman por sentado el paradigma racionalista logo-céntrico, que se apodera de una “verdad” para imponer un modelo de sociedad y de vida política. En todas ellas la idea de “razón” y la idea del Estado se toman de la mano, la imposición de una “verdad” se junta con la imposición de un orden y de un sistema. La historia muestra que todas las sociedades imperialistas se creen dueñas de “la verdad” y así imponen un modelo de pensamiento, de cultura, de religión y de política a los pueblos dominados. 

Por todo esto resulta complejo hacer un estudio de la filosofía política fuera de las pre-concepciones propias del modelo académico y social en el que estamos insertados. Por ejemplo, la epistemología se encarga de estudiar la teoría del conocimiento científico en plena crisis del sujeto cartesiano, enfrentando el vacío de paradigmas que representa un revés del racionalismo. En este aparente mundo de diversos paradigmas que aparecen y vuelven a desaparecer, el racionalismo es otro paradigma, por lo que su orden social y su Estado pueden desaparecer.

El nihilismo naciente en pensadores como Friederich Nietzsche y continuado por E.M. Cioran, ha cuestionado radicalmente a la racionalidad “occidental” y ha desenmascarado sus falencias epistémicas, ontológicas y eventualmente políticas. Aquellas ideas filosófico políticas que pretenden homogeneizar el pensamiento bajo un solo modelo epistémico y político son desmanteladas por el nihilismo, pues la diversidad, la posibilidad, el devenir, el otro, la nada, niegan la imposición de “una verdad” y de “un orden” estático. Así mismo, la idea impuesta del Estado es desmantelada por el anarquismo de Mijail Bakunin que descubre en el Estado el instrumento para anular la libertad, la dignidad y la autonomía de cada ser humano. 

Esta Tesis juntará el nihilismo epistémico y el anarquismo político como intento de estudiar a la filosofía política no a partir de pre-concepciones ya instauradas en los círculos académicos, sino a partir de ideas disidentes del status quo académico y social. El pensador nihilista E.M Cioran y el pensador anarquista Mijail Bakunin, me servirán de guía para recorrer los cimientos de la filosofía política a partir del anarco-nihilismo.

La situación crítica de la humanidad en la actual civilización, me impulsó a realizar este estudio del anarco-nihilismo, analizando la formación de un Nuevo Orden Mundial o “globalización”, vista como el punto culminante de la historia del imperialismo y como un sistema de imposiciones epistémicas, ontológicas, sociales, lingüísticas, culturales y políticas a las sociedades dominadas por el modelo único de la civilización capitalista neo-liberal.

El eje directriz de este estudio filosófico político será la libertad, primeramente vista desde su negación en el orden jerárquico y clasista del mundo contemporáneo, y la libertad vista como posibilidad de transgresión y de ruptura social, desde el nihilismo y el anarquismo. Será necesario, paralelamente, hacer un análisis del Estado, del poder, de la autoridad, de las jerarquías, del orden político-social actual a través de un estudio de la filosofía del anarquismo y también de un análisis de la crisis de la civilización “occidental”, desde las falencias de la racionalidad instrumental y desde el fracaso del “proyecto” de la modernidad.

La sociedad está seriamente fragmentada y sus débiles estructuras corrompidas incrementan el estado de inseguridad y de crisis. Por lo que considero que hay que replantearse cual es el propósito y el sentido de aquello que llamamos “progreso”, “desarrollo” o “evolución” en la sociedad en la que estamos insertados. La filosofía política reflexiona sobre estos problemas, además de forjar nuevos pensamientos sociales y políticos que lleven a una legítima emancipación de la humanidad.



Quito, 16 de Mayo del 2006


"Porque no hay revolución sin una destrucción extensiva y apasionada, una destrucción saludable y fecunda, puesto que es de ella y solamente por ella,de donde surgen y nacen nuevos mundos" 

Mijail Bakunin.




INTRODUCCIÓN 

La posibilidad de fundamentar un pensamiento que trascienda las teorías de la filosofía política clásica e incursionar en la realidad humana, social y geopolítica actual es el objeto de esta investigación. La propuesta es el estudio del anarco-nihilismo dentro de la globalización o nuevo orden mundial como una crítica filosófica al modelo imperial de la civilización “occidental”. Anarquismo, etimológicamente, significa sin autoridad (del griego: A, sin, y Arquía, autoridad) y nihilismo viene del latín nihil que significa nada, un pensamiento que niega y trastoca las valores y paradigmas establecidos. Estos dos pensamientos filosóficos coinciden en el rechazo a la realidad social impuesta de clases y jerarquías, y en el rechazo al estancamiento de la misma. Representan la transgresión a los valores establecidos (sean estos epistémicos o políticos) que sostienen la civilización capitalista en la que estamos insertados. 

El problema concreto de la investigación es divisar en qué medida el estudio de estos dos pensamientos en conjunto puede ser una propuesta de disidencia, entendida aquí como la separación y oposición a las doctrinas oficiales del status quo actual. Además de emprender pautas de la filosofía política para una legítima práctica política de liberación, trascendiendo las limitaciones que existen entre la teoría pura y el actuar, y así recobrar la tarea primordial de la filosofía que es interpretar la vida para poder transformarla. 

Actualmente los pensamientos anarquista y nihilista son vistos con muchos prejuicios, tabúes y malentendidos, son relacionados siempre con el caos, el mal, la delincuencia y el vandalismo, cuando en verdad son filosofías que reflexionan sobre la realidad humana, su destino, su condición, su forma de ser, su posibilidad de liberación. Después de este estudio, el objetivo es esclarecer los significados primordiales del anarquismo y del nihilismo en el contexto del mundo contemporáneo. Si vemos como están cambiando vertiginosamente las formas de pensar y de actuar del ser humano, es coherente estudiar la realidad (sea política, social o filosófica) sin ningún dogma preestablecido y estar abiertos siempre a cualquier pensamiento que quiebre la normatividad en la filosofía política y en la vida misma. Retomando así aquellos pensamientos como el anarquismo y el nihilismo que fueron censurados y atacados por considerarlos amenazas al status quo imperante. La filosofía es una forma de vida, así como una reflexión sobre la existencia del universo y de la vida misma, en este marco la presente tesis tratará de reformular cuál es el verdadero papel de la filosofía política en el tablero de ajedrez del mundo, relacionándola directamente con la vida ética y política del ser humano, con sus problemas, sus aspiraciones, sus necesidades, haciendo filosofía desde un pensamiento que no soslaye los problemas vitales. Cuando se afirma que el anarco-nihilismo es más que una postura filosófica, es para recalcar que la libertad filosófica-política del ser humano es un problema vital, propio de la vida, más que un problema filosófico teórico que pueda resolverse en las aulas de la academia. 

Vivimos actualmente momentos de crisis sociales, políticas y económicas, en los que el descontento general está tomando fuerza en la vida política de las naciones, por lo que reflexionar sobre la libertad, el Estado, el poder, las jerarquías, la injusticia social, es menester para quien intenta dilucidar un pensamiento filosófico político en el torbellino confuso de los tiempos de hoy. 

Bajo las pautas de un método intuitivo se esbozará los diferentes caracteres del los pensamientos anarquista y nihilista junto al análisis filosófico-político de la realidad social en la que estamos insertados. Se tomarán en cuenta las situaciones políticas y sociales como referentes para entender y asimilar las posturas del pensamiento anarco-nihilista, por lo cual se acentuará en la particularidad del hecho social actual para concretar lo general en la reflexión de la filosofía política.

A través de un esquema de la realidad social se abordará este estudio del anarco-nihilismo. Los cambios políticos, culturales, sociales del mundo se están dando a pasos agigantados en estos instantes, tanto en los países pobres como en los países ricos, la decadencia de “occidente” y el peligroso polvorín en que se ha convertido “oriente”, la bomba de tiempo social que el capitalismo neo-liberal ha provocado en el mundo, son temas de vital importancia para la filosofía política de hoy. 


Capítulo I: ¿Qué es anarco-nihilismo? 

Es la oposición radical a cualquier tipo de jerarquía, autoridad y a cualquier orden establecido en el que el ser humano sea esclavizado por otro ser humano, por opresión y explotación, es la oposición a cualquier forma de poder y dominio que anule la libertad del ser humano insertado en la colectividad y la negación al status quo imperante. Estas son solo algunas de las ideas filosófico-políticas esenciales del anarco-nihilismo, sin que se lo pueda teorizar o definir con exactitud. Anarquismo y nihilismo son compatibles en la acción disidente, la espontaneidad, instinto de transgresión, rebelión, protesta, indignación ante el orden instaurado, y más que nada son formas de vida y son considerados pensamientos filosóficos legítimos al tener sus propias éticas, estéticas y campos de acción.

Mijail Bakunin, uno de los primeros filósofos anarquistas, revolucionario y agitador ruso del siglo XIX(1814-1876), pensaba que ningún ser humano puede ser libre si su prójimo no lo es. Vivía en la sociedad de comienzos del industrialismo que mostraba una durísima realidad para la mayoría excepto para los que más tenían. De allí surgió un pensamiento que subvierte las condiciones inhumanas a las que se enfrentan los seres humanos, para que alcancen plenitud gracias a una vida digna y libre con una justa equidad económica, social y jurídica y el verdadero bienestar para todos. Para ello una revolución es necesaria en todos los ámbitos de la vida humana, cambiando los paradigmas mentales y sociales imperantes, y estableciendo una autonomía e independencia del ser humano y su comunidad.
El nihilismo de Emile Cioran, filósofo contemporáneo nacido en Rumania en 1911 y muerto en París en 1995, muestra, en cambio, cómo el vacío, el descontento y la desesperanza han afectado a la humanidad dejando a un lado la posibilidad de un esperanzador cambio social. En el ámbito político esto se traduce como la imposibilidad de que exista un orden justo y el triste destino de dirigirnos como civilización al torbellino del caos político y social.
Estos dos pensadores coinciden en la desobediencia e insumisión frente al orden establecido, en la desesperación por liberar a una humanidad ya vejada, usufructuada y desorientada, y coinciden en la oposición radical al orden capitalista actual que se disfraza de “libre mercado”, “democracia”, “progreso”, llamado Nuevo Orden Mundial o Globalización. 

Esta tesis trata de analizar, dilucidar, captar y proponer un pensamiento anarco-nihilista basándome en estos dos filósofos que constituyen una subversión del pensamiento en la decadente civilización, y sobre todo mostrar el carácter urgente de establecer pautas filosóficas para transformar el pensamiento político hacia una liberación completa para salir de la homogeneidad, las limitaciones y la esclavitud del status quo. El anarco-nihilismo es más que una corriente filosófica “utópica”, es también el pensamiento que abre las puertas a la infinita posibilidad de nuevas formas de ser de la humanidad, por lo cual es una transgresión a las actuales estructuras mentales, sociales y políticas. 

1.1 La Autoridad y el Estado como instrumentos de explotación y esclavitud.- 

Para empezar, el anarco-nihilismo propone necesariamente la abolición del Estado en todas sus formas, ya que representa la abstracción de aquel conflicto por el poder y el afán de dominación de un ser humano sobre otro, además de establecer reglas injustas como las jerarquías y diferencias de rango y clases. Mientras exista alguien que obedezca siempre habrá alguien quien mande, pero si nadie obedece entonces nadie puede mandar. El principio del Estado es justamente imponer una autoridad sobre el resto de la sociedad, de allí que sean los uniformados bien armados quienes defiendan al Estado porque si deja de existir toda su autoridad se desploma. Las leyes, las constituciones y los estatutos, que se compromete un pueblo a aceptar y respetar, son las herramientas más eficaces del Estado para mantener su poder sobre el pueblo sin que éste comprenda, por la propaganda, que la mayoría de la leyes sirven para proteger los intereses de los ricos y poderosos y para que esta plutocracia( poder de los ricos) se mantenga en el mandato del orden establecido por ser dueños de las industrias, los medios de producción, los medios de comunicación, las finanzas, las corporaciones, etc
El Estado, con su fuerza policial y militar, reprime las subversiones que pretenden cambiar el orden establecido, por ello debe vigilarlo, controlarlo, censurarlo. Otro filósofo anarquista, Joseph Proudhon (1809-1865), contemporáneo de Bakunin, advertía sobre lo que es ser gobernado por cualquier Estado: 

Ser gobernado es ser observado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, regimentado, encerrado, adoctrinado, controlado, evaluado, censurado, monopolizado, explotado, comandado, registrado, autorizado, robado, reprimido, garroteado, encarcelado, abaleado, sentenciado...
 

La disidencia anarco-nihilista critica al Estado, a los estatutos establecidos, a los conceptos de nación, república, constitución, propiedad privada, y critica la circulación de dinero como única forma de intercambio económico. Pues el Estado y las clases dominantes son responsables y cómplices de la miseria, pobreza e indignidad que vive actualmente la mayor parte de la humanidad, ya que representan las fuerzas y bases del orden establecido. El poder económico es el “maestro de marionetas” del poder político, por ello los políticos no son más que herramientas de los poderosos plutócratas de todas las naciones que controlan a los Estados y a las sociedades incrementando la corrupción a niveles exacerbados. Bakunin se refería a las clases dominantes y a los Estados como herramientas de explotación: 

Explotar y gobernar significan una sola cosa…la explotación y el gobierno son dos expresiones inseparables de lo que se denomina política, la primera suministra los medios para llevar adelante el proceso de gobernar y constituye también la base necesaria y la meta del gobierno, que a su vez garantiza y legaliza el poder de explotar.


Quienes controlan la energía, los alimentos, las finanzas, las industrias, la plutocracia a nivel mundial, son los ejes dominantes dentro del orden capitalista global, las corporaciones multinacionales así como los bancos internacionales controlan la economía y por lo tanto la política de cada nación, el Estado-nacional se convierte en una provincia más del Estado-global controlado por el poder económico manteniendo firme así el orden capitalista en el planeta.

Consentir a ser gobernados por un Estado corrompido es ser ultrajados de la libertad de autonomía y ser co-responsables de la expoliación y la explotación que ejercen las clases dominantes. 

Para Bakunin:

Las clases ricas, los banqueros, los grandes propietarios territoriales, los comerciantes y los industriales, en una palabra, todos los especuladores importantes que más se enriquecen por el trabajo obrero, se dirigirán al Estado, le reconocerán a su vez y buscarán su alianza y amistad sabiendo que ningún Estado, sobre todo ningún Estado poderoso, puede existir sin su alianza o amistad. 

Solamente con la violencia y la represión del Estado, las clases dominadoras se pueden mantener en el poder, de allí la existencia de agentes militares, servicios secretos que monitorean las fuerzas subversivas en todo nivel, fuerzas de coerción y extremas políticas de seguridad privada apuntan a una militarización policial de vigilancia y control estatal global. Los representantes y dirigentes del pueblo, dentro de la llamada democracia, no son más que instrumentos del poder del dinero y de las armas, es decir de banqueros y militares. El capital tiene un poder sin precedentes en la historia, el sistema supuestamente democrático se alimenta de la coima y del pillaje, y las decisiones importantísimas que incumben a toda una nación o comunidad se realizan en secreto de acuerdo a los intereses de una minoría de poderosos mercaderes. Las leyes que deberían favorecer a los más necesitados son leyes que le ponen la soga al cuello y brindan más opulencia a los que más tienen. Siglos de “democracia” (mejor llamada plutocracia) y “respública” (todo es de todos), y la injusticia sigue presente, el Estado y las clases ricas dirigentes son un solo cuerpo político que beneficia a una minoría en detrimento de la mayoría. En el orden supuestamente democrático cada día crece más el nivel de pobreza, marginación, exclusión y desigualdad, cada día crece más la corrupción, saqueo con el amparo de la ley, explotación, paro, desempleo y la consecuente furia popular. 

1.2 Nihilismo político y la negación de los sistemas de dominación.-

Desde esta perspectiva política en la que el Estado y la plutocracia mantienen el orden actual, vemos como el mundo poco a poco se dirige a una inestabilidad generalizada y hacia un estado de caos y zozobra. En una tensión crítica se encuentra la realidad social, pues la negación y desconfianza a toda ideología política, religiosa y social, es el síntoma del nihilismo de nuestros días en los que el desencanto y la decepción se esparcen en la sociedad. En uno de los aforismos de los Silogismos de la Amargura Cioran recalca el destino en el que se ha encaminado la civilización humana “…galopamos hacia horizontes de apoplejía, hacia la era de oro del Espanto” , la desconfianza a los valores establecidos da un salto magnánimo hacia la posibilidad de lo imposible, la negación de “verdades” y de “realidades impuestas” va de la mano con la creación de nuevas formas de vida y de pensar la realidad. 

Por ello el anarco-nihilismo puede ser la reconstrucción desde la destrucción, no pretende ser una ideología que aglutine y moldee la actividad revolucionaria subversiva para instaurar un nuevo orden, no pretende ni siquiera ser una ideología vista como un conjunto de ideas que forman un paradigma político o social. Pues la verdadera revuelta y emancipación de la humanidad esclavizada es espontánea e instintiva y no dogmatizada por ninguna ideología impuesta, ninguna autoridad, ningún patriotismo, ni ningún líder. Los pueblos que sufren la injusticia son impulsados hacia la acción por un instinto de liberación, ya que cada individuo, como órgano y célula es una sola conciencia y una pieza fundamental en la conciencia colectiva para combatir la esclavitud que se encuentra toda la humanidad.

En los Escritos de Filosofía Política Bakunin nos dice: 

Cada punto actúa sobre el todo y el todo actúa sobre cada punto…todos los seres que constituyen la totalidad indefinida del universo efectúan una acción y reacción perpetuas .

La lucha por la libertad de todos es un proceso que se realiza por todos, la libertad de los individuos no es un hecho individual, es un hecho colectivo, por lo tanto político. Bakunin no podía considerar la libertad del individuo sin la libertad de la colectividad, mientras más profunda y amplia es la libertad de mi prójimo, más grande será mi propia libertad. Ser auténticamente libre es reconocer la libertad del otro, la libertad no termina cuando empieza la del otro sino que la fortifica y se hacen complementarias. Cuando la dignidad, el mutuo respeto y la tolerancia sean practicados por todos, entonces la libertad se vuelve algo concreto y vital y no una abstracción que se encuentra en las constituciones y en las leyes. La libertad será siempre negada mientras exista una autoridad que se encuentre (abstractamente) por encima de cualquier individuo en una posición de poder, ya que niega la autonomía del individuo.

Verificamos entonces que la civilización estratificada y jerarquizada en la que estamos insertados anula la posibilidad de una auténtica libertad, la forma piramidal en la que está constituida la sociedad debe ser abolida por una reorganización de los pueblos desde abajo hacia arriba, desde una participación colectiva y no desde una falsa representatividad. El anarco-nihilismo niega rotundamente la “democracia representativa” y cualquier otro tipo de gobierno, puesto que no puede admitir que exista una cabeza o jefe dentro de cualquier organización, sino que sean todas las opiniones las que cuenten para cualquier decisión. Es por eso que no puede admitir el concepto abstracto de Estado-nación porque implica una sujeción a dogmas establecidos de ante mano (patriotismo, respeto a la constitución, representatividad, civismo, etc.) con la consecuente domesticación y masificación del ser humano, anulando su soberanía propia como individuo único e irrepetible en un universo infinito.

La esclavitud del pensamiento tiene sus bases en aquellos valores impuestos que crearon “realidades” que se adapten al proyecto de la sociedad capitalista para aglutinar y moldear a las masas bajo un solo modelo. Se establecieron una serie de fábulas y ficciones para mantener dormida y manipulada a la sociedad masificada, haciéndola creer en una libertad y en un bienestar ficticio, cuando detrás de los eventos históricos, políticos y sociales se estaba planeando su esclavitud de ante mano. La negación al orden político, social y mental que impera actualmente en este nuevo orden mundial es el pilar del anarco-nihilismo.

1.3 Poder económico-político y anulación de la libertad.-

Por ejemplo, el espíritu de competencia es un paradigma mental que se ha arraigado en la conciencia colectiva de los pueblos que siguen el modelo capitalista de la economía política. Tal paradigma de la ley del más fuerte es una construcción ideológica que fue “pensada” desde los centros académicos hasta las grandes estructuras sociales y ahora esparcida por el mundo gracias a su “occidentalización” o “globalización”. Al mismo tiempo que la industrialización y la tecnología llegan a su apogeo con el triunfo de la democracia burguesa y sus valores liberales que exaltan el liberalismo egocéntrico, los nuevos paradigmas de comportamiento económico y político se asientan en la conciencia colectiva destruyendo los valores de la condición humana como la solidaridad, cooperativismo, mutualismo, autoorganización, autarquía, que fueron reemplazados por los de competencia, egoísmo, clasicismo, racismo. El comportamiento humano y su forma de pensar están condicionados por los paradigmas mentales, sociales y políticos que sostienen a la sociedad en la que vive, el anarco-nihilismo reconoce aquellos pseudo-valores que moldean y masifican al individuo irrepetible y lo denuncia como una forma de combatir contra aquello que coarte su libertad. Bakunin escribe: 

La solidaridad social es la primera ley humana; la libertad es la segunda. Ambas leyes se interpenetran y, siendo inseparables, constituyen la esencia de la humanidad. En consecuencia, la libertad no es la negación de la solidaridad; al contrario, representa el desarrollo y, por así decirlo, la humanización de esta última…de este modo el respeto por la libertad de otro constituye el deber más alto del hombre. 


El capitalismo impulsa la competencia y la reducción del otro como cosa y como enemigo contra el cual hay que competir y ganarle, el sentido de solidaridad queda anulado y el egoísmo triunfa como único pilar y valor que sostienen a la comunidad humana. La discordia y la falta de solidaridad enajenan al ser humano de su propia naturaleza que bien podría ser de convivencia pacífica y cooperativa, pero destruye su capacidad para actuar de acuerdo al interés general, volviéndolo más solitario y egocéntrico e individualista.

La tierra y la naturaleza nos han brindado todos los frutos para que podamos vivir en armonía con ella, la posibilidad de la libertad colectiva es el disfrute colectivo de todos los bienes sin que nadie carezca de nada. Pero el ser humano ha construido un sistema injusto y esclavizante en el que no puede vivir plenamente, ha desperdiciado la oportunidad de armonizar con la tierra al sentirse superior a ella y superior a lo otro. Bajo esta ilusión de superioridad, este quiebre psicológico por el poder, se construyeron varios sistemas de pensamiento en los que el hombre es el centro del universo y por lo tanto con derecho a explotar a las otras criaturas de esta tierra a discreción, eliminando la libertad de otro y con ello la anulación de su propia libertad.

1.4 Anti-autoritarismo y desobediencia.-

El conflicto psicológico del complejo de superioridad es una de las bases por las cuales el ser humano se ha sentido con poder y dominio sobre sí mismo, sobre los demás y sobre la naturaleza. Bakunin escribe:

Pero es necesario distinguir las leyes naturales de las leyes autoritarias, arbitrarias, políticas, religiosas y civiles creadas por las clases privilegiadas a lo largo de la historia para permitir la explotación del trabajo de las masas, y siempre con la única meta de esclavizarlas. Estas leyes, nacidas de una moralidad ficticia, han sido siempre fuente de la inmoralidad más profunda . 

Hay una necesidad de subversión en el pensamiento social de Bakunin, la rebelión de la humanidad oprimida es un acto indispensable para la liberación y así vivir dignamente sin ningún barrote que lo esclavice, sin ningún poder ni ninguna autoridad que esté por encima de él. Pelear por la dignidad y la libertad de los seres humanos es un acto de la condición humana, de allí que la historia sea una constante de guerras y revoluciones para que el humano se libere de sus opresores que pretenden esclavizarlo y dominarlo. 

Vivir bajo el yugo de cualquier autoridad o cualquier poder es anular la autonomía del propio humano único e irrepetible. Obedecer representa el candado que cierra nuestra personalidad libre y singular, pues nadie se encuentra por encima de nadie bajo ningún aspecto, nadie tiene derecho a mandar u obedecer, nadie es superior a nadie ni por raza, religión o clase. Cada cual tiene el derecho de ejercer plenamente su propia voluntad sin ninguna coerción u obligación, siempre y cuando respete al otro y a su comunidad, sin la opresión de adherirse a un modelo de vida “impuesto” a la fuerza. Esto puede traducirse a un nivel socio-histórico: durante la historia humana, varios imperios han pretendido “conquistar el mundo” e imponer su modelo de vida y de civilización por la fuerza y la coerción, donde miles de pueblos han tenido que resistir la guerra y defender hasta con su propia muerte su inviolable autonomía. La historia en los últimos seis mil años muestra la constante de masacre y muerte por la imposición de un modelo de vida y por la sed de poder, dominación y autoritarismo, especialmente en los últimos cinco siglos en los que el imperio occidental ha instaurado su modelo de civilización gracias a la colonización que ha arruinado miles de culturas diferentes.

Por ejemplo, recientemente, en 1992 varias personas de la tribu de la amazonía del Brasil llamada “Kaiowas”, cometió suicidio en masa como resistencia y protesta al ingreso de la civilización a través de las corporaciones transnacionales de petróleo, quienes querían “obligar” a los nativos a aceptar las condiciones del Estado brasileño y de las corporaciones y a adaptarse al nuevo modelo de “cultura superior” que explota “racionalmente” a la naturaleza. Al sentirse acorralados, entre entregar su libertad y su vida prefirieron la muerte, pues si destruían la selva destruían en sí su propia cultura y su propia vida, por lo que adelantaron el proceso de muerte como protesta contra esta “civilización”. Lo espeluznante se mezcla con la indignación y la frustración, sin embargo, el heroísmo por la dignidad y la autonomía de la vida se simboliza con aquel acto de independencia y libertad aunque haya costado la muerte.

De igual forma existen millones de inconformes con el actual modelo de “civilización” que rinde pleitesía a los poderosos grupos económicos que sostienen la forma piramidal del sistema en donde una minoría esclaviza a la mayoría masificada a través del consumismo y la manipulación mental ejercida por la cultura industrial de masas y en donde cada cual representa un número más en el mercado de personas. El anarco-nihilismo es la negación al orden de esclavitud implantado por el “capitalismo” y es la infinita posibilidad en potencia de una visión más amplia de la realidad, sin dogmas y sin axiomas morales que moldean los comportamientos desde el exterior. Desobedecer y transgredir son fuerzas que poco a poco abren las fisuras al orden establecido para la liberación hacia una auténtica realización de la humanidad, desde la desobediencia directa, la resistencia y la constante insurrección. Desde esta perspectiva el anarco-nihilismo puede ser la filosofía política que acelera los grandes cambios históricos socio-políticos hacia una legítima liberación. 


Capítulo II: Anarco-nihilismo en el Nuevo orden Mundial

2.1 Formación de un Estado global.-

Después de siglos de conquistas del imperialismo “occidental” en todos los ámbitos humanos (filosófico, político, cultural, social y económico) se ha formado actualmente en el mundo una idea abstracta llamada “globalización” que bien podría reemplazarse con la de “occidentalización del mundo”. La moderna tecnología, los medios de comunicación y la dictadura del mercado se han encargado en diseñar, bajo modelos paradigmáticos de pensamiento, una “aldea global”, o más concretamente un Imperio Mundial, dirigido por las fuerzas económicas y militares más poderosas del planeta. Organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de Comercio, la Organización de Naciones Unidas, La Alianza Atlántica, la UNESCO, son poderosísimas instituciones que juegan el papel de una burocracia global que se encarga de mantener el orden neo-liberal capitalista o nuevo orden mundial. Son agentes y aliados de las privadas corporaciones multinacionales y se encargan de establecer las leyes económicas, políticas y financieras para el beneficio de la corporativa plutocracia mundial.

Los Estados-nación, pequeñas provincias o departamentos del Estado-Global, están sometidos a las políticas económicas de estos organismos internacionales creadas por las grandes potencias. En el interior de cada país, una minoría que detenta el poder económico-político son instrumentos de las fuerzas económicas mundiales y ejercen el poder de acuerdo al sistema neo-liberal impuesto, junto al apoyo de los ejércitos nacionales y extranjeros que custodian el orden a la fuerza. Un Nuevo Orden Mundial económico y político está estableciéndose en el planeta donde la pobreza de miles de millones de personas es causada por la inhumana deuda externa, y la corrupción y desidia de los gobiernos, impulsados por los mismos agentes transnacionales. Cioran decía en su libro Historia y utopía: “La sociedad burguesa es, en realidad, la quintaesencia de la injusticia...” . Las guerras, que benefician a los mercaderes de armas y que fortalecen las estrategias geopolíticas de dominación mundial, son piezas importantísimas de un ajedrez geopolítico para el establecimiento y concreción del Imperio Mundial. La inmensa maquinaria de propaganda y de inserción de ideología para la conservación del orden capitalista es también imprescindible para que el modelo de civilización y sus pilares se mantengan firmes desde una manipulación ontológica y política a través del totalitarismo del Estado Global.


2.2 Totalitarismo psicológico, social, político y militar.-


El anarco-nihilismo, como agente de revuelta y subversión, desmantela las bases del 
status-quo, atacando a los sistemas axiológicos y epistémicos-psicológicos que sostienen el paradigma y la ideología imperante del orden establecido: el paradigma de la competitividad, el darwinismo neo-liberal, el consumismo compulsivo, el instinto perturbado por un exceso de materialismo e individualidad insana. A través de la duda radical y la negación frontal a todo lo que sostiene este orden, el anarco-nihilismo reconoce que los poderosos han manipulado “la verdad”, han falsificado la historia y han esclavizado a la humanidad en su propio beneficio. De allí la importancia de expandir la toma de conciencia de la esclavitud y el servilismo a esta maquinaria social en la que se ha sometido la humanidad, pues solo desde la desintoxicación del adoctrinamiento impuesto es posible la superación de los límites mentales y crear una forma propia y auténtica de discernir la realidad y el modo propio de vivir la vida. Para explicar la urgencia de tomar conciencia de esta situación, Bakunin retoma la sociabilidad del individuo en conflicto con su individualidad: 

Vuestra personalidad más íntima, la conciencia que tenéis de vosotros mismos en vuestro fuero interno, no es en cierto modo más que el reflejo de vuestra propia imagen, repercutida y enviada de nuevo como por otros tantos espejos de la conciencia, tanto colectiva como individual, de todos los seres humanos que componen vuestro mundo social. Cada hombre que conocéis y con el cual halláis en relaciones, sean directas o indirectas, determina más o menos vuestro ser más íntimo, contribuye a haceros lo que sois, a constituir vuestra personalidad. Por consiguiente, si estáis rodeado de esclavos, aunque seáis su amo, no dejáis de ser un esclavo, pues la conciencia de los esclavos no puede enviaros sino vuestra imagen envilecida. 

En cada contacto con otro ser humano vamos construyendo nuestra propia personalidad y realidad. Si la conciencia colectiva está afectada por un sentimiento de encierro y esclavitud, el individuo reproducirá ese sentimiento en toda su conducta. El totalitarismo y la imposición de un modelo homogéneo de civilización en la sociedad actual, va modelando la conciencia colectiva produciéndose conflictos epistémicos y ontológicos en el centro mismo de la persona que resiste la masificación y que lucha por su propia libertad y su propia individualidad. 

Valores como el materialismo consumista, el dinero, la propiedad privada, la democracia ficticia, la competencia desencarnada, el patriotismo ciego, la satisfacción de deseos superfluos e innecesarios, se han ido formando desde una axiología decadente que rinde pleitesía al poder del capital y a la maquinaria de esclavitud social. Las conciencias se van adecuando a los paradigmas vigentes y la disidencia queda amortiguada, pero el descontento y la insatisfacción quedan latentes. El profundo significado de las relaciones humanas se está deteriorando al nivel en que se ha convertido todo en intercambio mercantil, la persona empieza a valer por lo que tiene y no por lo que es. Se cosifica a la persona como si fuera valor de uso e intercambio, y su energía vital es usufructuada para el beneplácito de aquellos que detentan el poder. La persona queda reducida al estado de instrumento, perdiendo su soberanía y libertad. La cultura industrial de masas y la sociedad de consumo van distribuyendo las formas de ser de los individuos, las personalidades se van moldeando de acuerdo a la oferta de mercado cultural que más le beneficie a su inserción social. La manipulación del pensamiento es canalizada muy bien por la industria del entretenimiento y los medios de comunicación, que deben de cualquier forma mantener apaciguadas y amortiguadas las conciencias masificadas. Las herramientas doctrinarias y mediáticas del orden establecido son impulsadas por los grupos de poder para eliminar cualquier foco de subversión y de disidencia, y para moldear las conductas colectivas. La moderna tecnología, hija del industrialismo y del positivismo científico, es utilizada para construir una nueva sociedad controlada, observada, vigilada y espiada por modernos aparatos que van moldeando conductas en una realidad virtual, desde el cine de “político entretenimiento” como Hollywood, hasta la propaganda masiva de manipulación de deseos propia de la sociedad de consumo. Como si “progreso” fuera control, manipulación y obediencia a un sistema corrompido de raíz.

2.3 El pensamiento anarco-nihilista como resistencia.-

El anarco-nihilismo niega cualquier valor inculcado por la civilización capitalista, aboga por una legítima resistencia cultural, la desobediencia civil, la revuelta no violenta, el sabotaje artístico, la acción simbólica que despierte conciencias, el boicot espiritual, etc. Estrategias de subversión y confrontación directa que abran fisuras reales al sistema a través del “despertar” de una conciencia propia y no manipulada por los agentes del poder. ¿Cómo reconocer entonces que la “realidad” o el modo de captar la “realidad” no se encuentra de ante mano pre-fabricada por un adoctrinamiento ejercido a nuestra vida desde la infancia? ¿Cómo podremos saber que lo que consideramos verdad no es más que una invención de unos cuantos manipuladores que detentan el poder?

El pensamiento es un torbellino de imágenes, palabras, de sensaciones mentales, que no responden a un patrón definido o establecido de ante mano. El dogma impuesto es la limitación del pensamiento y una creencia ya inyectada en el espíritu desde la educación y el adoctrinamiento. Los paradigmas que sostienen el orden son herramientas para que el torbellino del pensamiento no se desboque en lo indefinido, lo imposible e infinito. Es por eso que las ideas más influyentes que sostienen a la sociedad masificada son aquellas que no representan una amenaza ni un peligro, son aquellas ideas que convierten al ser humano en un ser servil que no puede pensar ni actuar auténticamente por sí mismo. 

Ciorán, convencido solo de su propio desencanto y vacío, y sabiendo que no hay ninguna “verdad”, intenta el desafío del pensamiento para un filósofo: borrar y anular la mente y toda la ideología impuesta para enfrentar el vacío radical. Desde la nada, el pensamiento empieza renovado, todo parásito intruso del pensamiento y del espíritu se elimina y una nueva percepción es posible. Desde una mística de la Nada, Ciorán resiste contra toda posible manifestación ficticia o falaz del pensamiento. En su libro “El Ocaso del Pensamiento” Cioran escribe: 

En la pasión del vacío sólo la sonrisa gris de la niebla anima todavía la imponente y fúnebre descomposición del pensamiento. ¿Dónde estáis, crueles y engañosas nieblas, que no os volcáis todavía sobre una mente toda cubierta de telarañas? ¡En vosotras quisiera desgarrar mi amargura y esconder un miedo mayor que el crepúsculo de vuestra marcha flotante! ¡Qué aquilón está colándose en mi sangre! 

En una época en que se han perdido ya los fines y donde la sociedad ha dañado las esperanzas de los hombres, la pasión por el vacío es la resistencia espiritual que ennoblece nuevamente a un espíritu desesperado. Abrazar el océano de lo indefinido para deshacerse de cualquier inauténtico pensamiento que no permita que alcancemos los límites de lo imposible, alcanzar la superación de todo lo determinante en lo humano y emprender un sendero que podamos alcanzar una real liberación, estas son posturas que definen el anarco-nihilismo.

El nihilismo es menos político que el anarquismo pero es más subversivo y peligroso para el status quo, ya que representa la anulación de toda ideología y conciencia que colabore con la maquinaria social. Pues cuando el absurdo en la vida muestra que nada tiene sentido ni significado, entonces el tiempo queda anulado, no hay ni el remordimiento del pasado ni la preocupación por el futuro, los conceptos de responsabilidad, moralidad, utilitarismo, progreso, desarrollo, quedan aniquilados en el océano negro del no-saber. Inclusive cualquier concepto queda anulado para que la realidad cambiante presente un mundo infinito de posibilidades. Ningún dogma ni paradigma quedan en pie y es cuando se puede transformar, desde la esencia, el devenir de todas las cosas. Cuando ya no quede ni ideologías ni dogmas con la cual sostengamos nuestra existencia, entonces la existencia se mantendrá siempre al borde del abismo de lo desconocido, sin nada certero, sintiendo sólo el vértigo de caer en el infinito misterio. Ninguna autoridad intelectual ni moral podría entonces ejercer ningún poder sobre nadie, ya que se reconoce que toda “verdad” no es más que una salida desesperada de la nada absoluta del no-saber y de lo desconocido que nos envuelve como la oscuridad. Toda verdad tendría en sí la mancha del error y el miedo porque no existe verdad que anule el misterio de la existencia, por lo tanto confiar o creer en algo sería caer en un error. No se podrá entonces jamás entregar a cualquier servilismo del espíritu asumiendo como verdadero cualquier dogma o ideología impuestos, se negaría de esta forma toda autoridad y todo tipo de opresión que no permita liberarse de las propias cadenas y de emprender una propia búsqueda. 
En esta reconciliación entre el anarquismo y el nihilismo se encuentra la resistencia espiritual y política que pueda contrarrestar la homogeneización totalitaria del modelo actual de civilización.

2.4 Civilización tecnológica, desnaturalización y tecnocracia.-

¿Pero cómo el modelo de civilización en el que estamos insertados ha construido una forma de vida en el que constantemente estamos vigilados y controlados? La tecnología moderna, a través del dogma del “progreso” y del “desarrollo”, ha colaborado a que se masifique a la sociedad bajo una estructura de control y vigilancia. Gracias al auge del positivismo científico en el paradigma de occidente, la tecnología aceleró el proceso de dominación que la modernidad llamaba “progreso”, en el que el poder sobre la naturaleza alcanzó un nivel de descontrol que puede traducirse en varias catástrofes provocadas por el “avance” de la técnica (Chernobil, Hiroshima, el calentamiento global, la contaminación del aire, etc). Ahora, que las ciudades se hacen cada vez más grandes, la tecnología se ha encargado de masificar a la sociedad gracias a una cultura de masas y a un modelo de vida en la que la misma tecnología se vuelve indispensable (parece que en las sociedades “occidentales” el teléfono celular y el computador personal se han convertido en órganos del cuerpo humano). Las sociedades hiper-comunicadas son hiper-controladas, una nueva forma de control social se instauró gracias a la tecnología: la comunicación que adoctrina y moldea conductas. Desde que existen televisores el bombardeo de adoctrinamiento se instaló en los hogares, las imágenes con audio proyectadas para modelar las conciencias son el medio más eficaz, psicológicamente, en la construcción de conductas. Ahora, hasta en los países pobres, no falta una televisión en cada hogar, y a los privilegiados de la clase media no les puede faltar un computador con servicio de Internet conectado a un sistema de satélites monitoreado y vigilado.

Vemos así que el orden capitalista se ha fortalecido a través de lo que la modernidad ha llamado “progreso” y “revolución industrial y tecnológica”, pues el industrialismo fue impulsado por las clases dirigentes burguesas en su afán de explotación de la energía humana para su provecho, la primera máquina a vapor fue construida para explotar al máximo el trabajo humano. Las bases que fundamentaron este cambio social son las ideas filosóficas de la “modernidad” como el “progreso”, la visión lineal del tiempo, la evolución, el supuesto desarrollo humano, entre otras falacias que diseñaron el mundo como lo conocemos ahora. Pues la tecnología moderna ha sido usada como la herramienta más eficaz para la domesticación y fabricación de conductas y conciencias, además de producir veneno no solamente para la mente sino también para la naturaleza, en forma de miles de toneladas de desechos industriales.

Nuestra relación con la naturaleza se ha ido deteriorando sin medida: millones de hectáreas de bosque son taladas diariamente, la explotación petrolera y sus productos están destruyendo la atmósfera, todos los días toneladas de desechos tóxicos son arrojadas a los océanos sin que ningún gobierno, sociedad o empresa privada se responsabilice de la destrucción provocada, el calentamiento global está derritiendo los polos aumentando el nivel del mar, experimentos genéticos con la vida crean mutágenos en laboratorios provocando el peligroso desequilibrio de la naturaleza, alimentos manipulados genéticamente se consumen sin poder predecir efectos secundarios, nuevas armas de destrucción masiva con “tecnología más sofisticada” son inventadas diariamente. El Nuevo Orden Mundial, o globalización, se ha convertido en sinónimo de autodestrucción, ya que la desnaturalización de la forma de vida humana ha provocado daños irreversibles no solamente para la generación actual sino también para los que vendrán. Ciorán, en su desencanto y desesperación, ve el futuro no muy prometedor, en otro de sus “Silogismos de la Amargura” en tono profético recalca: 

En el futuro, si la humanidad comenzara de nuevo, lo hará de sus desechos, con la basura de todas partes, con la morralla de los continentes; aparecerá una civilización caricaturesca, a la cual quienes produjeron la verdadera asistirán impotentes, humillados, postrados, para acabar refugiándose en la idiotez, donde olvidarán el esplendor de sus desastres .

Nuestra civilización que se jacta de democrática, justa y libre no solamente representa el desastre que se está cometiendo contra toda la humanidad y contra el planeta, sino que también es la cúspide de una historia llena de masacres, guerras e injusticias. Y ahora, en un estado crítico, grave y emergente, la humanidad recién está empezando a reflexionar sobre el sentido que tiene lo que llamamos “progreso”, “evolución”, “desarrollo” y si la civilización que hemos construido nos está llevando a un “bienestar general”. Recién cuestionamos si realmente somos libres con el modo de vida que llevamos, cuando tres cuartas partes de la humanidad viven en la pobreza y en la miseria mientras que unas cuantas familias y corporaciones detentan todas las riquezas. ¿Cómo podemos llamar “progreso” a una civilización esclavizante y enajenante en la que los más pobres viven una guerra por sobrevivir mientras los gobiernos compran modernas armas para la guerra por el poder? Hemos topado fondo, ya no se puede llegar más bajo, ya no hay dignidad, poco a poco se van hundiendo en el pantano los sueños de una libre humanidad. Ciorán considera que esa liberación sigue siendo la fábula más decepcionante de la historia:

¿La “liberación” del hombre?- Llegará el día en que, desembarazado de su manía finalista, haya comprendido el accidente de su aparición y la gratuidad de sus infortunios, el día en que todos agitemos como atormentados saltarines y doctos, y en que, incluso para el populacho, la “vida” se reduzca a una hipótesis de trabajo .

2.5 Nihilismo filosófico y socio-político.- 

En el funeral de las ideologías, “occidente” se ha resbalado por el pantano del vacío, el descontento ha corroído el alma colectiva. Con el pesimismo nihilista exacerbado de Shopenhauer y superado por Nietzsche, continuado por los existencialistas como Sartre, Junger, Camus, hasta llegar al nihilismo místico de Ciorán y Bataille, la filosofía racionalista instrumental da así sus últimos respiros, el camino para lo irracional está abierto, para lo desconocido e incierto, se ha vuelto obsoleta la metafísica. Con toda finalidad y utilitarismo desaparecidos, las palabras “dios”, “verdad”, “ser”, “progreso” pierden toda su supremacía en el edificio de jerarquías del pensamiento, la desconfianza obstinada a todo valor y a toda verdad establecida es la línea directriz de la filosofía contemporánea, ante el fracaso de la modernidad, se ha dado espacio a que “lo otro”, “lo no-conocido”, el “no-saber”, la “nada”, vuelvan a centrarse en la inquietud filosófica (como lo hiciera la arcaica humanidad que sostenía su existencia gracias al misterio y a los mitos). La razón se ha convertido así en un fantasma más en la psiquis humana, las limitaciones racionales se han quebrado por la posibilidad infinita de la irracionalidad y el misterio, pues el nihilismo no es solamente la destrucción de toda ideología racional impuesta, sino también la llave de las infinitas posibilidades de nuevos pensamientos, conductas, formas de vida, culturas etc. Ciorán en una bella exclamación de su libro El Ocaso del Pensamiento dice: “¡La vida me parece tan extraña desde que ya no le pertenezco!” . 

Escudriñar en lo imposible más allá de la vida y de la muerte, recorrer el laberinto del misterio y caer en las fauces de un vertiginoso abismo desconocido, dar la cara a la Nada y sentir en lo más profundo que en todo verdadero conocimiento hay una mezcla de pavor y de placer, ese es el sendero de la humanidad que ha encontrado en el sin sentido un sentido. Ahora que no hay ni verdades ni morales absolutas, las mentiras que sostienen como inmensos y frágiles pilares a esta civilización parece que se desplomarían con un soplo. Millones de seres humanos están despertándose de aquel “sueño dogmático” de aceptar ciegamente la “verdad” que favorece a los grupos de poder, y entonces el desmoronamiento de la civilización no será una abstracción estudiada en los centros académicos sino algo verdaderamente físico. En los países donde la pobreza y la guerra son epidemias endémicas, el descontento popular y la supuesta “ingobernabilidad” son preocupaciones para los grupos de poder que todavía quieren mantener el orden establecido, de allí los planes de la ultra-derecha conservadora de seguridad armada junto con severas políticas de represión y terrorismo de Estado. 

El fanatismo religioso y político es también un síntoma del nihilismo de la decadencia espiritual y económica de los pueblos, quienes en una “guerra santa” buscan su “salvación” y liberación, al encontrarse en situaciones de extrema injusticia, inequidad e indignidad. De igual forma, los poderosos banqueros, financistas, comerciantes, dueños de las corporaciones multinacionales junto con las élites militares, hombres de Estado y otros plutócratas, también se acoplan al fanatismo político-religioso, a través de un extremista pensamiento conservador belicoso y una supuesta misión divina de su único Dios (George W. Bush habla en sus discursos sobre que él mismo es “escogido por Dios” y sobre la misión divina de los EE.UU para “el bien del mundo y la lucha contra el mal”).

Da la impresión de que el mundo de hoy se está hundiendo como el Titanic hacia el fondo de un océano de confusión, que la convivencia entre humanos es insostenible y que vivimos una guerra de unos contra otros. La duda radical nos vuelve ansiosos, porque no hay piso firme en la que uno pueda asentar su vida, sin convicciones concretas y sin creencias, dejamos que el escepticismo se adueñe de nuestras conciencias engañadas y traicionadas. Ciorán dice:

El escepticismo imparte demasiado tarde sus bendiciones sobre nosotros, sobre nuestros rostros deteriorados por las convicciones, sobre nuestros rostros de hienas idealistas…la ansiedad—o el fanatismo de lo peor. 

Dejando a un lado cualquier “verdad” y olvidando todo, el ser humano vaga en el laberinto de los relativismos, cayendo en el sin sentido toma la postura filosófica que más le convenga y experimenta la fragilidad de todas las cosas porque sin la “mentira” todo colapsaría. En la política esto se traduce como el desorden ordenado, el caos controlado, el doble discurso, la doble moral, “la guerra necesaria para la paz” etc. No existe el diálogo, porque siempre habrá un discurso dominante mientras el orden establecido se mantenga jerarquizado, cuando los grupos de poder se adueñan de cualquier “verdad” inventada desde la lógica de la dominación y la toman como paradigma irremplazable, se expande en las conciencias la manipulación y asumen el dogma como si fuera la única “verdad”. Estas creencias son el pilar de cualquier sociedad. El capitalismo no subsistiría sin el dogma de la competitividad basado en el dogma de la evolución y de la selección natural, aplicado a lo social como la ley del más fuerte, tampoco sin el dogma religioso de un tiempo lineal donde hay una creación y un final por lo tanto un “progreso” y una “parusía”. El capitalismo colapsaría sin la creencia en la propiedad privada basada en la mezquindad del espíritu por “adueñarse” de un pedazo de tierra, de igual forma colapsaría sin la creencia en un Yo individualista y egoísta que solo vela por sí mismo y para quien el Otro resulta una competencia, una amenaza, un enemigo. El orden colapsaría si dejáramos de valorar el dinero y el oro que mantienen los banqueros en sus cajas fuertes como si fueran algo sagrado.
¿Si elimináramos estos dogmas y estas creencias que sostienen el orden establecido, qué quedaría de lo que conocemos como civilización capitalista? En los cuatro puntos cardinales del planeta se encuentran bases militares de los EE.UU velando para que el Nuevo Orden Mundial se mantenga firme reprimiendo cualquier amenaza, pues las guerras en Medio Oriente (Irak, Afganistán, Palestina) mantienen a los transportes y a las industrias de occidente en movimiento gracias al control del petróleo. La brecha entre ricos y pobres se abre cada vez más con el inminente colapso social y millones de seres humanos masificados viven hacinados en inmensas moles de cemento llamados ciudad con el alma contaminada de mentiras y doctrinas, el pensamiento es como un cristal delicado que puede ser quebrado sino se le tiene cuidado.

¿Cuál sería entonces la postura ideológica acertada y el comportamiento político auténtico si reconocemos que todas las creencias que tenemos ahora no son más que doctrinas usadas por el sistema para moldearnos de acuerdo a sus intereses? ¿Qué significa ser de “izquierda” o de “derecha”, si en cada ideología hay un elemento dogmático para su eficacia política de dominación que al final terminan siempre en fanatismos nefastos como los de Hitler o de Stalin? El mundo se cae a pedazos y ninguna ideología es confiable, el anarco-nihilismo es una postura de resistencia y liberación, es una postura de vida más que una ideología abstracta, no tiene ninguna creencia pero en su desesperación es el instinto de la naturaleza propio del ser humano por liberarse de toda cadena que no le permite realizarse en su totalidad. ¿Pero cual es el instinto natural del ser humano por liberarse? ¿Es propio de su animalidad o de su espiritualidad, o producto de los dos?, ¿Podríamos hablar de leyes naturales de liberación propias del ser humano? Bakunin en sus Escritos de Filosofía y Política escribe: 

¿Qué es libertad? ¿Qué es esclavitud? ¿Consiste la libertad del hombre una rebelión contra todas las leyes? Diremos No, en tanto esas leyes sean naturales, económicas y sociales; no impuestas autoritariamente, sino inmanentes a las cosas, a las relaciones y las situaciones cuyo desarrollo natural es expresado por esas leyes. Diremos que Sí cuando son leyes políticas y jurídicas, impuestas por el hombre sobre el hombre: sea violentamente por el derecho de la fuerza; sea por el engaño y la hipocresía, en nombre de la religión o de cualquier doctrina; o, finalmente, por la fuerza de la ficción, de la mentira democrática llamada sufragio universal. 

El hombre en sí sería naturalmente libre si sigue las leyes de la naturaleza, ¿pero cuáles serían las leyes de la naturaleza? ¿No sería, acaso, el respeto hacia la misma naturaleza y hacia el otro ser humano como elemento de la naturaleza? ¿No sería lo más natural para el ser humano vivir en armonía con la naturaleza y con lo otro, el otro y la otra sin sentirse superior ni inferior, no sería que todos los seres humanos vivan una vida digna sin desigualdades económicas ni sociales en las que cada cual se pueda desarrollar de acuerdo a todas sus capacidades naturales, físicas y mentales, y disfrutar de todos los bienes de la tierra? 
Desde la antropología se ha demostrado que el ser humano que se encuentra en armonía con la naturaleza se siente más libre y equilibrado emocional y mentalmente que el ser humano que ha perdido el contacto con la naturaleza, sintiéndose enajenado y angustiado, propio del síntoma de la civilización moderna. “Volver a la naturaleza” es una emergencia para reestablecer una orientación a la especie humana sin que siga destruyendo su entorno, despertar la conciencia de que somos una sola unidad con el planeta y que destruyéndolo cometemos un suicidio colectivo. “Volver a la naturaleza”, no en el sentido del “buen salvaje” rousseauniano, sino como una simbiosis de la vida humana con la naturaleza que le rodea, es reencontrarnos a nosotros mismos como animales naturales con su instinto libre, el cuerpo en armonía con la mente y en donde sintamos honestamente libertad de crear y de vivir sin represiones mentales ni sociales, sin preocupación por el futuro o remordimientos por el pasado, donde vivamos el “eterno presente” en su plenitud sin la carga de las obligaciones o el deber moral. 

Cuando el anarquismo propone la aniquilación del Estado es porque la idea del poder no es algo natural y ha reconocido que es una invención de un hombre para legitimar la dominación sobre otro hombre, algo artificial, lo cual contradice la ley natural de soberanía y autarquía de cada individuo libre en una sociedad libre, Bakunin recalca:

El colmo de la equivocación se encuentra en quienes ignoran la ley natural y social de la solidaridad humana hasta el extremo de imaginar que la independencia mutua absoluta de los individuos o de las masas es posible o deseable. Desear esto es la aniquilación misma de la sociedad, porque la vida social es simplemente esa dependencia mutua de los individuos y de las masas. Todos los individuos, incluso los más fuertes e inteligentes, son en cada instante de sus vidas productores y producto a la vez de la voluntad y la acción de las masas. 

Una sociedad en la que cada individuo se sienta un elemento fundamental en las prácticas sociales y políticas, y en donde no exista ninguna autoridad que se encuentre por encima de nadie, es una sociedad ideal anarquista que se fundamenta en la naturaleza y en la solidaridad instintiva de cada ser humano. Si en la sociedad actual esta solidaridad está ausente es justamente porque hemos perdido nuestro contacto con la naturaleza y ya no ejercemos nuestra libertad espontánea y naturalmente sino que somos seres manipulados y robotizados por el engranaje social que trata de formar piezas utilizables antes que personas humanas. 

La armonía con la naturaleza es la armonía con el universo, el espíritu es libre cuando nada ni nadie lo encadena con restricciones, prohibiciones, leyes, obligaciones, valore impuestos, deberes, etc. viéndose a sí mismo como creador de su propia vida, como creador de sus propios valores y despierto en la conciencia de sí mismo en un espacio de infinitas posibilidades, jamás se verá como superior o inferior a otro ser humano, ni a la naturaleza.


Capítulo III: Ética-política anarco-nihilista


3.1 Sobre el actual colapso social y ético.-


Cuando se instauró el unidimensional y moderno modelo de civilización bajo las máximas democráticas y liberales, las sociedades que aprovecharon el colonialismo y el auge del industrialismo fueron quienes servían de ejemplos para que el resto de naciones del mundo, que ya eran colonizadas o pseudo independizadas, impongan a sus pueblos bajo el modelo de vida “occidental”. Después de algunos siglos, el capitalismo se expandió como una plaga imparable y más cuando fracasó la revolución bolchevique de la antigua Unión Soviética, esto contribuyó mucho a que la ideología de la “globalización” asiente sus pilares en las naciones socialistas vencidas. Pensadores defensores del status quo capitalista neo-liberal claman en voz alta que la “globalización” y el triunfo del neo-liberalismo es algo inevitable, que el modelo de civilización capitalista es la única vía para la humanidad. Así, las políticas económicas de endeudamiento como la supuesta “ayuda” de los centros financieros mundiales de Frankfurt, Londres y Nueva York a los países ex colonizados para que accedan al “desarrollo”, la “modernización”, el “progreso”, fueron la clave para que los países colonizadores adquieran un poder global y consolidar así un Imperio Mundial. Esta deuda se conoce con el nombre de “deuda externa”, una de las infamias y robos más descarados de la historia humana, por la que millones de seres humanos de los países deudores padecen las miserias e injusticias más indignantes para que las sociedades de los países acreedores de la deuda continúen ricas y opulentas, después de una historia colonial de esclavitud, robo y explotación. Y es justamente en los países deudores donde las guerras civiles y la pobreza se han convertido en una bomba de tiempo a punto de estallar.

En este contexto social y geopolítico en el que la humanidad se está enfrentando, las posturas éticas y filosóficas sufren también las fracturas irreversibles de esta realidad. Después de una historia infame, la humanidad se ha condenado a sí misma a una ruptura ontológica donde la “solidaridad humana” queda nula. En una sociedad mezquina, los individuos con sus espíritus adoctrinados por la propaganda, adquieren conductas que reproducen lo que necesita el sistema para fortalecer y legitimar más su poder . Quienes dirigen los hilos de la sociedad, la cabeza que conduce el destino de millones de seres humanos, aquellos grupos de individuos que ostentan el poder y deciden sobre los asuntos que afectan a todos, son los mismos que esparcen la corrupción y la traición. ¿Qué podemos esperar del comportamiento “ético” de una sociedad si sus mismos dirigentes no son “personas éticas”? 

El descalabro social y ético está diseñado por los mismos agentes del sistema que corrompen a sus dirigentes y que emponzoñan con miseria mental y física a las sociedades masificadas, pues la trágica situación de racismo, intolerancia, irrespeto, violencia, desigualdad, abuso, injusticias está impregnada en todos los niveles de la sociedad. “Sobre un planeta que compone su epitafio, tengamos la suficiente dignidad para comportarnos como cadáveres amables” , este aforismo de Cioran refleja en pocas palabras el espíritu de la decadencia que abre las puertas a una época caótica e inestable. La impresión de estar en una olla de presión social y de vivir en extrema tensión general, la angustia aguda de sentirse extraviado en un mundo carente de sentido y de dirección concreta, la sensación del vértigo cuando lo que sostiene la existencia es un inmenso vacío, son momentos críticos que la humanidad enfrenta y que debe encarar. Han muerto los “ideales” y ninguna “finalidad” concreta y ninguna obligación moral o ética es axioma, el relativismo y el escepticismo radical se impregnan en el espíritu filosófico de la época por la desesperanza y el desencanto.

Socialmente, esto se refleja como una fragmentación aguda de los cimientos de la sociedad, con la aparición de nuevas creencias que rompen con lo tradicional: nuevas sub-culturas se organizan en medio de inmensas metrópolis para reorganizar sus existencias a través de otras formas de ver la realidad y la vida, la proliferación de cultos religiosos y sectas, de comunidades que se apartan del sistema capitalista global con desconocidas intenciones, la violencia institucionalizada, la crisis social y la delincuencia, la extrema pobreza y el descontento general, etc. Todos estos fenómenos agudizan la crisis y refleja un tiempo muy difícil para la humanidad y sus descendientes. Ciorán anuncia el funeral de la esperanza de una humanidad que ha perdido toda cordura ética: 

Sin poseer la facultad de exagerar nuestros males, nos serán imposibles soportarlos. Atribuyéndoles proporciones inusitadas, nos consideramos condenados escogidos, elegidos al revés, halagados y estimulados por la fatalidad. Afortunadamente, en cada uno de nosotros existe un fanfarrón Incurable. 


3.2 Contra el totalitarismo ideológico y el neo-fascismo social.-

Desde el nihilismo hemos hecho tabula rasa de toda ideología que pretenda adueñarse de cualquier “verdad” para inculcar un modelo social o ético de vida. Recorrer el sendero del escepticismo y del relativismo puede ser crítico para cualquier mente que necesite, por miedo o por necesidad, de una “verdad” que sostenga su existencia. Sin embargo, pueden ser un arma intelectual y espiritual para la mente fuerte que no necesita ningún dogma ni de ninguna creencia para su vida y que quiera disentir contra cualquier imposición axiológica o filosófica desde lo externo. Cuando se anula la posibilidad de una “verdad” sin relacionarla con la imposición de una moral, la epistemología se enfrenta también al vacío. No existe la “verdad” y ningún dogma ideológico, ético o religioso puede llenar este vacío filosófico heredado de un nihilismo radical que se respira en nuestra época. El legado que nos ha dejado siglos de pensamiento racional y pragmático es la desesperanza que corroe el espíritu de una civilización descalabrándose en un pozo sin fondo. Ciorán escribe:

Las verdades del humanismo, la confianza en el hombre y demás ingenuidades, ya solo poseen un vigor de ficciones, una prosperidad de sombras. Occidente era esas verdades; ya no es más que esas ficciones, esas sombras. Tan miserable como ellas, no puede verificarlas. Las arrastra, las expone, pero ya no las impone, han dejado de ser amenazadoras. De la misma manera, quienes se aferran al humanismo se sirven de un vocablo agotado, sin soporte afectivo, de un vocablo espectral. 

El humanismo no resuelve el vacío infinito que puebla en las almas de nuestros contemporáneos. La tabula rasa ha dejado sin soporte a todo pensamiento, ya no queda espacio para ninguna “verdad”, la desconfianza filosófica y ética ha desarticulado cualquier intención de imponer axiomas o dogmas en una sociedad descarriada. De allí porque el poder bombardea con ideologías a las masas extraviadas y conducir el rebaño a su disposición. La homogeneización dictatorial y totalitaria de la máquina capitalista de producción y extremo consumismo, de propaganda y de adoctrinamiento, que se inyecta a la psiquis de la humanidad, es el último intento del poder para mantener el orden establecido y escapar de la ruina total del nihilismo ético.

Desde la familia, la escuela, la iglesia, la universidad, el banco, y toda institución, los seres humanos moldean sus creencias y sus actitudes frente a la vida, creando conductas ficticias e inauténticas y aspiraciones banales y superficiales, sin que exista una verdadera realización profunda para cada ser humano. Destruye sus verdaderas aspiraciones para poder adaptarse a una sociedad totalitaria y neo-fascista reflejada en el totalitarismo capitalista que exige cada vez más de su energía y su potencial para subsistir y ser esclavizado. Bajo muchos mecanismos la sociedad va inculcando al individuo dogmas y creencias que sean necesarios para que pueda adaptarse sin ninguna disidencia, protesta o propuesta para otro modelo de vida. Cuando ya no conocemos cuales son nuestras íntimas aspiraciones y sueños como seres humanos es porque en la jaula de la masificación hemos caído y nuestra vida, hundida en la mediocridad, se vuelve monótona en un cotidiano hastío. En su desesperación del vacío Ciorán reclama: 

Nuestro rencor proviene del hecho de haber quedado por debajo de nuestras posibilidades sin haber podido alcanzarnos a nosotros mismos. Y eso nunca se lo perdonaremos a los demás. 

La persona humana, única e irrepetible, al verse a sí mismo como un punto insignificante en el cosmos y como anónimo en una sociedad masificada donde la mezquindad cosifica a la persona como objeto desechable, se pierde en una existencia desvalorizada e inútil. En el sin sentido de todas las cosas, en la desesperación por sentirse atrapado y esclavo en las garras de un sistema despiadado, el individuo anarco-nihilista separado de la sociedad escoge los senderos de la rebeldía y de la resistencia, no quiere verse inmerso en la masificación que no crea verdaderos seres humanos, sino inauténticas personas con deseos prefabricados y sin personalidad propia, que caminan como borregos sin preguntar hacia donde y para qué, siendo carne usufructuada para mover la maquinaria de destrucción de nuestra civilización. La resistencia a la totalitaria homogeneización de los seres humanos y el impulso de crear una nueva y más justa relación con la vida y la naturaleza, es una reacción que contrasta con la actitud pasiva de aquel que bajando los brazos se rinde a su situación de esclavitud. Es la posibilidad de crear otras formas de vida que equilibren y armonicen con el cosmos y con la humanidad misma sin que exista la coerción por el afán de dominio sobre la naturaleza o sobre otro. 

Resistirse a la homogenización es mantenerse fiel al principio de posibilidad infinita y de cambio constante, fiel a lo diferente, distinto, misterioso, desconocido, hacia lo otro del “devenir”. Al tomar una postura anarco-nihilista se deja abierta la posibilidad de cualquier forma de pensar, actuar y vivir, ya que concientes que nada es definitivo ni absoluto, las realidades diversas se transmutan en el transcurso del tiempo. En la natural e innata búsqueda interior por una “verdad” se deja abierto el camino hacia las múltiples “verdades” y múltiples “morales”, ya que no se reconoce nada como dogma sino como una idea más de la humanidad por entender la existencia. Se observa que jamás se puede asimilar la “verdad absoluta”, simplemente porque no existe. Ciorán dice: 
A un hombre, ¿cuánto tiempo más o menos le “dura” una verdad? No mucho más que un par de botas. Sólo los mendigos no las cambian nunca. Pero como ahora te encuentras integrado en la vida, tienes que renovarte continuamente, pues la plenitud de una existencia se mide por la suma de errores almacenados, según la cantidad de ex verdades. 

Cuando se cree tener la “razón” o la “verdad”, traicionamos a nuestra propia sombra, porque siempre lo conocido está determinado por lo desconocido, cuando uno cree llegar a la meta recién empieza la travesía, quien más conoce sabe que lo que conoce es nada, porque mientras se conoce más se desconoce. ¿Entonces cómo se puede permitir que aquellos que detentan el poder y que se jactan de ser poseedores de las “verdades” últimas traten de convencer cualquier “verdad” o cualquier “moral”? ¿Por qué mantener, entonces, esas creencias tradicionales que el poder ha consolidado para el dominio de uno sobre el otro y para uniformar, domesticar, ordenar, controlar, esclavizar a la especie humana? Cuando Diógenes el Cínico se burlaba de la sociedad y de sus contemporáneos era justamente porque toda convicción le parecía nada más que un chiste de mal gusto, su actitud de resistencia a la homogeneización de su tiempo salvaguardó su esencia lo cual lo llevó a la inmortalidad y a su propia trascendencia. 

3.3 Actores y luchas políticas anarco-nihilistas.-

La política no es solamente el eterno conflicto del ser humano por adaptarse al mundo y dominarse a sí mismo y a otro para instaurar una sociedad, también es la llave para entender el problema psicológico por el poder. De allí toda la historia de la humanidad puede servir como materia de investigación para cualquier psicólogo político que quiera entender en qué complejo o en qué trauma ocurre ese error garrafal de sentirse con derecho a mandar y ser autoritario. La sociedad jerarquizada, racista y clasista en la cual el capitalismo se asienta, es lo más cercano a un panóptico social y muestra que en todos los niveles de la sociedad ese conflicto por el poder agudiza la falta de libertad y una auténtica realización. La imposición de una norma y de un sistema de valores basados en ilusorios paradigmas en las que quien abarca más poder económico tiene más poder político, ha provocado la enajenación de millones que se adaptan sin criticar a una sociedad capitalista totalitaria, en las que la posibilidades de una auténtica libertad quedan nulas.

La situación concreta del presente de la humanidad es lo que forja su historia, la dominación política y su reacción por liberación mueven el hilo y hoy en día se repite el teatro de sangre: guerras, descontento social, revoluciones, colapsos sociales son el pan de cada día. El totalitarismo de las instituciones, que sostienen el capitalismo, somete al ser humano para imponer un orden de injusticia, a vivir de manera indigna en medio de la ignorancia, la esclavitud, la pobreza y miseria, pues todo es construido por la maquinaria social, clasificando, jerarquizando y salvaguardando el status quo. Desde que ciertas personas con poder en las finanzas, en las ciencias, en los Estados, en las instituciones sociales y en las artes, declararon que su “verdad” era la única “verdad”, el control y la vigilancia autoritaria a todo lo que no se adapte a su “verdad” era necesaria, de allí las políticas de terrorismo de Estado y terrorismo psicológico para someter a las masas a un solo orden establecido, a una sola dirección, a un pensamiento homogéneo y a una “verdad” y una “moral” impuestas a la fuerza. Bakunin, recalca como la imposición epistemológica, metafísica ejercida por la sociedad capitalista requiere de invenciones éticas:

La propiedad…tiene su metafísica. Es la ciencia de los economistas burgueses. Como cualquier otra metafísica es una especie de penumbra, un compromiso entre la verdad y la falsedad que beneficia a esta última. Intenta proporcionar a la falsedad el aspecto de la verdad, y conduce la verdad a la falsedad. La economía política busca santificar a la propiedad mediante el trabajo y representarla como realización y fruto del trabajo. Si consigue hacerlo, salvará a la propiedad y al mundo burgués. Porque el trabajo es sagrado, y todo cuanto se basa en el trabajo es bueno, justo, moral, humano, legítimo. Sin embargo, es precisa una fe terca para poder tragarse esta doctrina, porque vemos que la gran mayoría de los obreros están privados de toda propiedad. 

A través esta forma sutil, el status quo, desde el utilitarismo del trabajo, defiende la “verdad” de la propiedad para que su orden se mantenga intacto, la falsedad de que el trabajo como servidumbre es bueno y justo se convirtió en verdad haciendo “verdadera” a la propiedad. Esta forma de imposición de “verdades” a través las “necesidades vitales” como la subsistencia y el trabajo, es la metafísica ética en la que el sistema capitalista mantiene su orden. Además de tener que enfrentarse a las penurias de subsistir en un sistema injusto y corrupto, al ser humano se le inyecta psíquicamente “creencias y verdades” a través de la propaganda de la religión moralista, la familia, las instituciones del estado, para que se adapte a la normatividad y moralidad instaurada. El dictamen autoritario del dinero dentro del capitalismo es fulminante: “no se come sin dinero”, “hay que trabajar para subsistir”, “hay que producir para el país”, “por el trabajo Dios nos dará prosperidad y riqueza” etc. Así dicen las voces defensoras del status quo y así se van instaurando “verdades y dogmas” últimos que afectan sustancialmente las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales del ser humano. 

La lucha por la liberación es imposible si se disocia el pensamiento y el acto, por ello el pensamiento y el cuerpo son los actores más importantes dentro de cualquier cambio social. El pensamiento y el acto son movilidad y perpetuo cambio, “no existen las verdades absolutas” (máxima de todo nihilismo) y por lo tanto toda moral no es más que una invención y una imposición autoritaria. Vivir el instante en toda su amplitud sin la servidumbre del utilitarismo, es una forma de lucha que destroza la visión lineal del tiempo y del “progreso” impuesto por la civilización que cree tener la “verdad”, vivir sin la pre-ocupación por el futuro y sin la visión del trabajo como obligación y necesidad, sino como juego, arte, creación, diversión, es otra forma de lucha contra el totalitarismo social que usufructúa del cuerpo humano para mantener la maquinaria y el engranaje de masificación desde el pensamiento y la moral impuesta. 

En el vacío nihilista no se necesita ninguna “verdad” porque el miedo a la muerte se ha vencido, solo queda la vida para ser vivida a plenitud, sin ninguna imposición ni cadena, sin ningún falso dogma, ni ninguna manipulación mental. En el vacío del nihilismo no existe la celda de las convicciones, todo es libre movilidad y devenir. La responsabilidad de existir queda anulada, la vida siendo un accidente se convierte en una tragicomedia, no hay sistemas axiológicos absolutos y por lo tanto no existe tampoco conductas y formas de ser absolutos, lo homogeneización y el totalitarismo se enfrentan entonces a un nuevo modo de ser siendo no-ser, siendo posibilidad y devenir, Ciorán recalca:

No existe evolución ni avance que no sea destructor, al menos en sus momentos de intensidad. El devenir de Heráclito desafía al tiempo; el de Bergson forma parte de las tentativas ingenuas y de las antiguallas filosóficas 

La existencia de lo “diferente”, de lo “otro”, el “no-ser”, es de por sí una amenaza a la unicidad totalitaria y homogénea de la sociedad del yo único, del pensamiento único. Toda contra-cultura es un agujero y una grieta en las columnas del orden establecido, toda disidencia empieza por el descontento y la indignación, toda edificación de lo nuevo empieza desde la destrucción de lo viejo. Las nuevas luchas políticas encuentran la riqueza y diversidad natural, social, cultural, política de la humanidad en sus diferencias, enfrentando la era de la intolerancia y violencia de la unicidad, y dando un paso al respeto por lo “distinto” y “misterioso” para nunca perder la admiración que representa la vida humana. El anarco-nihilismo es la voz de lo “otro” y “distinto”, de las posibilidades infinitas de formas de vida, culturas, políticas, individuos sabiendo que lo humano es definitivamente indefinible, por lo tanto siempre impredecible. Lo distinto y diferente aboga por una ruptura ontológica o ética de cualquier “verdad” para el ser humano, porque las posibilidades son incontables en toda existencia y nada está determinado ni definido, por lo tanto una forma de vida y de economía política diferente a la homogenización del nuevo orden mundial o globalización establecido es posible. 

Mucho se ha hablado ya que la contra-cultura fue absorbida por el sistema para neutralizarla y formar neo-culturas de sincretismos culturales y religiosos adaptados a la máquina social, sin embargo, lo “otro” potencialmente es subversión para el orden, no se homogeneiza porque nunca será “uno” (ego cogito) en una realidad egocéntrica y cerrada a lo diferente. Las diferencias y las “otredades” son esenciales para que la posibilidad infinita del devenir no se interrumpa jamás, sin embargo, cualquier ser “diferente” es excluido de su entorno por el miedo de los demás a que se rompa la unicidad del rebaño, el “diferente” es el estigma necesario y el sacrificio para que la sociedad tenga su falsa estabilidad y a quien echar la culpa, es decir su “chivo expiatorio”. El “otro” que representa el no-ser fue poco a poco anulándose en beneficio de la unicidad del ego racional e imperialista desde las instituciones educativas, la iglesia, la familia, la psiquiatría, las fuerzas armadas, el Estado etc. 

Estamos entrando en una era de relativismo y caos, cualquier tonto puede ser un sabio pues nadie conoce la “verdad”, en un universo infinito hay un infinito número de “verdades” y formas de ser y pensar. Si la injusticia es inherente a la existencia de todas las cosas es porque todo muere y se regenera eternamente y porque nada es estático ni dura para siempre, todo es efímero y cruza la cuerda floja dando la cara al abismo. Entonces ¿por qué obedecer cualquier moral o cualquier “verdad”? ¿Por qué formar parte de una forma de vida y de una realidad impuestas a la fuerza y montada sobre los cadáveres de las guerras? ¿No será entonces la lucha libertaria más eficaz negar el orden metafísico y moral impuesto desde un acto y un pensamiento sin dogmas y siempre alerta al devenir? El anarco-nihilismo deja asentada estas preguntas sobre la mesa, elaborando un pensamiento post-utópico (tratando de superar el pensamiento utópico) para obtener una dirección filosófica y entender hacia donde nos dirigimos como humanidad.


3.4 Pensamiento de la utopía desde el anarco-nihilismo.- 

Son muchos los pensamientos míticos y filosóficos en todas las culturas humanas que reflexionan sobre el tiempo cíclico, y sobre las Eras o Edades que se repiten eternamente desde la noche de los tiempos hasta nuestros días. Los griegos ya nos hablaban sobre las cuatro Edades: la de oro, la de plata, la de bronce y la de hierro, y Platón habla sobre la Atlántida que era un continente donde habitaban los semidioses en una Edad de Oro. También la religiosidad y filosofía hindúes describen en sus escritos sagrados los cuatro Ciclos, Yugas o Eras, y en los últimos miles de años la humanidad ha vivido crisis devastadoras, colapsos sociales y guerras, siendo este tiempo la Edad de Hierro (para los griegos) o Kali Yuga (para los hindúes), es decir el último ciclo de la Decadencia o la “era más oscura” antes del retorno a una Edad de Oro o Edén. Pero este pensamiento mítico-filosófico también asegura un paraíso en la Tierra, como llama la filosofía a la utopía o “no-lugar”. Desde Platón hasta Tomás Moro, pasando por Saint Simon, Fourier y Bakunin, el pensamiento filosófico-político-utópico ha sido crucial en el devenir histórico ya que las revoluciones sociales son intentos de instaurar el Paraíso en la Tierra. Vemos como el anarquismo, más que un romanticismo social o un sueño imposible, es en verdad una lucha desde el pensamiento y el acto para que la humanidad armonice su existencia consigo mismo y con su entorno, cambiando su conciencia y su forma de vida. Bakunin, como agitador y revolucionario, mentalizó la filosofía del anarquismo como una posibilidad real de volver a un Edén de libertad individual, equidad social y jurídica, y una verdadera solidaridad y hermandad humana. Mientras que el grito de desesperación del nihilismo de Cioran y su mordaz anti-utopía refleja esa nostalgia por una Edad de Oro perdida. En su pesimismo místico de la Caída tiende a elevarse a sí mismo en las alturas de los dioses sobre los abismos y conjurar formas de vida más armoniosas consigo misma y verdaderamente libres. 

¿Pero cual sería la sociedad perfecta? ¿Existe la posibilidad de que el ser humano viva en armonía con la naturaleza y consigo mismo sin la necesidad de destruir su entorno y de auto-destruirse, donde se respete la vida de cada criatura existente sin ninguna clase de opresión e injusticias y donde las aspiraciones más elevadas de libertad y realización se hagan realidad en cada uno de los individuos que habitan este planeta? ¿Qué es la libertad? Retomando el significado de libertad desde el anarquismo, Bakunin escribe:

Sólo soy libre cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres. Lejos de limitar o negar mi libertad, la libertad de los demás es su condición necesaria y su confirmación. Sólo soy libre en el verdadero sentido de la palabra en virtud de la libertad de los demás, de manera que cuanto mayor es el número de personas libres que me rodean, y cuanto más amplia, profunda y extensa es su libertad, más profunda y amplia será la mía…sólo podré considerarme libre cuando mi libertad o (lo que es igual) mi dignidad humana, mi derecho humano, cuya esencia es no obedecer a nadie y seguir sólo la guía de mis propias ideas, cuando esa libertad, reflejada por la conciencia igualmente libre de todos los hombres, vuelve a mí confirmada por el consenso de todos. Mi libertad personal, confirmada así por la libertad de todos los demás, se extiende hasta el infinito. 

¿Una utopía, un sueño irrealizable o la posibilidad real de una nueva sociedad? Todas las revoluciones y crisis sociales son un intento desesperado por instaurar esta sociedad de individuos libres que habiten en armonía con todas las cosas, ese paradisíaco Edén en donde la humanidad hace descender los “Cielos” a la Tierra y puede considerarse un dios más en este infinito universo. En la memoria arquetípica se encuentran las arqueologías y nostalgias de aquella era mítica, las religiones milenaristas y utópicas y un extenso pensamiento filosófico-utópico en los últimos seis mil años son expresiones de la aspiración del espíritu humano por ascender a la cumbre de su existencia. El anarquismo de Bakunin se pregunta como puede asegurarse la libertad y la igualdad para que una sociedad humana pueda vivir con justicia y dignidad: 

¿Deseas hacer que sea imposible para cualquiera oprimir a su prójimo? Entonces asegúrate de que nadie tenga poder. ¿Deseas que los hombres respeten la libertad, los derechos y la personalidad de sus prójimos? Asegúrate entonces de que sean compelidos a respetar esas cosas, no forzados por el deseo o acción opresiva de otros hombres, ni tampoco por la represión del Estado y sus leyes, necesariamente representadas y aplicadas por hombres, que a su vez se hacen esclavos de ellas, sino por una verdadera organización del medio social; esta organización está constituida de manera que, permitiendo a cada uno el más completo disfrute de su libertad, no permite a ninguno elevarse sobre los otros ni dominarlos a no ser mediante la influencia natural de sus cualidades morales e intelectuales, sin que esta influencia se imponga nunca como un derecho y sin apoyarse en ninguna institución política. 


Cada persona es un ser único, indivisible e irrepetible, cada ser humano es digno y libre desde su nacimiento. La multiplicidad es inherente al ser, porque hay muchos individuos con diferentes formas de pensar y existe una infinitud de formas de ser, de vivir y hay un infinito de posibilidades de cosmovisiones y cosmogonías, cada cual tiene su propia forma de ser libre. Bakunin, en su pensamiento filosófico-utópico, piensa que es posible que cada ser humano viva en armonía y libertad respetando al prójimo en su libertad, tolerando y fortaleciendo la propia libertad junto con la del resto. Nuestra propia naturaleza es vivir de acuerdo a nuestra felicidad y libertad colectiva. Bakunin escribe:

Por libertad entendemos, desde un punto de vista positivo, el máximo desarrollo posible de todas las facultades naturales de cada individuo, y desde el punto de vista negativo, la independencia de la voluntad de cada uno en relación con la voluntad de otros 


El ser humano “es un animal político” (Aristóteles) y la búsqueda de la mejor 
convivencia para todos es la realización completa de toda la humanidad. La filosofía anarquista de Bakunin desarrolla una visión de una sociedad libertaria y propone la abolición del viejo orden injusto:


La realización concienzuda de la libertad, la justicia y la paz será imposible mientras una gran mayoría de la población permanezca desposeída en relación a sus necesidades elementales, mientras esté privada de educación y condenada a la insignificancia política y social y a la esclavitud -de hecho, si no de derecho- por la pobreza tanto como por la necesidad de trabajar sin un momento de reposo o de ocio, produciendo toda la riqueza de la cual el mundo se enorgullece ahora y recibiendo a cambio una parte insignificante que apenas le alcanza para asegurar (al trabajador) el pan del día siguiente… 

La humanidad encontraría de esta forma su liberación sin recurrir a ninguna divinidad que lo salve de su extraviada existencia, en su realización total, social e individual, podría armonizar su ser con la totalidad de las cosas y así liberarse de cualquier límite, barrera, celda o prisión que lo ate y lo esclavice. ¿Pero como derribar los muros y los pilares que sostienen la prisión que el modelo de civilización ha forjado durante tantos siglos de barbarie y de injusticia? ¿Cómo instaurar el paraíso en la tierra sin recurrir al derramamiento de sangre de la revolución social? Bakunin responde:

En nombre de la igualdad la burguesía derribó y masacró a la nobleza. Y en nombre de la igualdad pedimos también la muerte violenta o el suicidio voluntario de la burguesía. Pero siendo menos sanguinarios que la burguesía revolucionaria, no queremos la muerte de los hombres, sino la abolición de las posiciones sociales y las diferencias reales… 

El anarquismo de Bakunin no es solamente un pensamiento utópico que niega la realidad para crear mundos posibles de equidad y fraternidad, reconoce primeramente cuales son las causas de la injusticia así como la forma de combatirlas, como una medicina política detecta el virus que corroe a las sociedades y da un diagnóstico para luego proponer la cura, que en este caso es la abolición de cualquier forma de poder, ya que el poder y la dominación sobre otro es en sí la enfermedad. Cuando no existan diferencias económicas que aseguran el bienestar solo para una minoría, como rango, clases o jerarquías, cuando el sentimiento de solidaridad y hermandad sean intensificados por todos los seres humanos, entonces la sociedad utópica anarquista puede devenir en algo real y realizable. 

Sin embargo, el nihilismo es opuesto al pensamiento utópico anarquista. Pues la decepción y el decadentismo del nihilismo de Cioran anulan la postura utopista al adentrarse filosóficamente en la sombra de la psicología humana. La utopía es vista por Cioran como un intento fallido del pensamiento por devolver a la humanidad una dignidad imposible, puesto que el mal y la injusticia forman parte de nuestros instintos naturales como seres humanos y esa “sociedad perfecta” sería solo una imagen de la falta de lucidez y una ingenuidad, en Historia y Utopia, dice:

Sólo actuamos bajo la fascinación de lo imposible: esto significa que una sociedad incapaz de dar a luz una utopía y de abocarse a ella, está amenazada de esclerosis y de ruina. La sensatez, a la que nada fascina, recomienda la felicidad dada, existente; el hombre la rechaza, y ese mero rechazo hace de él un animal histórico, es decir, un aficionado a la felicidad imaginada. 

Como para todo místico nihilista, para Cioran el único Edén posible es vivir en el aquí y en el ahora, en la presencia del “eterno presente”, sin aquella añoranza ficticia de un futuro paradisíaco, pues en el presente está el paraíso y el infierno, el cielo y la tierra, y toda esperanza utópica sería entonces un alejamiento de la única posibilidad de ser libres y subordinar este momento a un futuro irrealizable. La historia de la humanidad teñida de sangre muestra que todo fanatismo utópico es un hilo que mueve los acontecimientos pero que jamás llega a su cumbre, así el nihilismo de Cioran y su oscuro pensamiento anti-utópico revela que el deseo de la Edad de Oro es el motor de toda historia pero que es inalcanzable, lamentablemente la crueldad, la injusticia y la maldad son inherentes en la naturaleza humana. Milenios de humanidad entre guerras y decadencia no han sido suficientes para crear un Edén en el universo del cual formamos parte, nuestros sueños se han estropeado, la naturaleza humana no parece ser buena, el Mal es inherente en ella por el simple hecho de existir, y la discordia, el desorden, el caos y la no-utopía son la única realidad posible. La humanidad se tambalea como un péndulo en el maniqueísmo del bien y del mal, no existen los puntos medios, y es inimaginable una armonía. En el libro Historia y utopía Cioran escribe sobre la naturaleza de la voluntad humana: 

Pero de ninguna manera está comprobado que la voluntad sea buena; incluso lo que sí es seguro es que de ninguna manera lo ha sido, ni la nueva ni la antigua. Sólo los hombres de disposición deficiente son espontáneamente buenos; los otros lo son a costa de grandes esfuerzos que los amargan. Siendo el mal inseparable del acto, resulta que nuestras empresas se dirigen necesariamente contra alguien o contra alguna cosa; en última instancia contra nosotros mismos…Y ésta es la voluntad que habría que quitarle al hombre si se piensa en una edad de oro. Pero sería tanto como despojarlo de su ser, cuyo secreto reside en esa propensión a dañar, sin la cual no sabríamos imaginarlo. Reacio a su felicidad y a la de los demás, actúa como si deseara la instauración de una sociedad ideal. 


¿Serán el estancamiento, el aburrimiento, el metafísico tedio, la esterilidad, el hastío, las características que Cioran escribe de aquella Edad de Oro? El ser humano no fue hecho para vivir el paraíso, es un animal diseñado para todo tipo de crueldad y maldad. La posibilidad de la utopía no sería más que una ilusión que no pertenece a la naturaleza del ser humano que de por sí no está hecho para tal sociedad ideal. El nihilismo de Cioran insistía en que toda moral “ideal” arruina los instintos del ser humano, al imponer una bondad ficticia que destroza su espíritu libre, la crueldad y la sombra fueron extirpados y domesticados para imponer una moral de esclavos. Sin embargo, el espíritu libre se encuentra por encima de cualquier bondad o maldad y ninguna moralidad o sociabilidad puede encasillarlo o enjaularlo. La vivencia maniqueísta de la doble cara de la realidad, por encima de la vida y de la muerte, del bien y del mal, de la luz y de la oscuridad, hace pensar que no hay paraíso sin infierno y que a toda Edad de Cumbre precede una edad de Decadencia y así sucesivamente por la eternidad. Cioran vive el “eterno presente” en pleno derrumbe, ya sin la esperanza del paraíso, en el magnánimo vicio de sentir hastío por la existencia, anula su ser para dejarse caer en el vértigo del Abismo y de la Nada. Su filosofía muestra el nihilismo del caos y de la incertidumbre, la desesperación apocalíptica y la decadente tristeza de formar parte de una humanidad perdida. En el capitulo de “Los Mecanismos de la utopía”, de su libro Historia y utopía, Cioran escribe:

En cualquier ciudad donde el azar me lleve, me sorprende que no se desaten levantamientos diarios, masacres, una carnicería sin nombre, un desorden de fin de mundo. ¿Cómo en un espacio tan reducido, pueden coexistir tantos hombres sin destruirse, sin odiarse mortalmente? A decir verdad se odian, pero no están a la altura de su odio. Esta mediocridad, esta impotencia, salva a la sociedad, asegura su duración y su estabilidad. De tiempo en tiempo se produce una sacudida que nuestros instintos aprovechan; después continuamos mirándonos a los ojos como si nada hubiera ocurrido y cohabitamos sin destazarnos demasiado visiblemente. Todo retorna al orden, a la calma de la ferocidad, tan temible, en última instancia, como el caos que la había interrumpido. 

La humanidad fluctúa como un péndulo entre el caos y el orden, entre el infierno y el paraíso, la guerra y la paz, la miseria y la abundancia, el amor y el odio. La utopía de la eterna primavera es anulada, el existir es una tragicomedia, no se puede llegar a la cumbre sin el vértigo de la caída, somos una especie de la naturaleza que nunca entendió el significado de su propia existencia, la desesperanza y el vacío se incorporó en el espíritu, el nihilismo ha extendido ya sus alas negras y todo idealismo ha muerto. 

La Edad de Oro será siempre un sueño irrealizable si la humanidad sigue diseñando su propia extinción en un mundo donde un holocausto nuclear es cada vez más posible por la cantidad de bombas atómicas construidas y por las tensiones geopolíticas que desestabilizan la paz mundial, y en donde los cambios climáticos están desatando una catástrofe provocada por nosotros mismos. La guerra fraticida de unos contra otros asegura que no quede ni un rastro de esta especie de la naturaleza convertida en un virus del planeta, intoxicándonos con basura tóxica que arrojamos a los mares y ríos y gases venenosos con los que diariamente matamos la atmósfera.

El nuevo orden mundial o globalización, diseñado por una tecnocracia global, es una bomba de tiempo. La una sociedad de consumo capitalista está envenenando el planeta, las guerras fortalecen el capitalismo de pillaje de recursos naturales y el mercado de armas, el dinero rapta las almas de los humanos y los convierte en cómplices de las terribles matanzas que se cometen a diario por el “poder” imperialista del sistema económico mundial. El mundo decadente que hemos diseñado borra cualquier horizonte, ¿será posible una Edad de Oro después de las catástrofes que hemos provocado (Aushwitz, Hiroshima, Chernobil, etc) y la que seguimos provocando con toda la contaminación y devastación moral y espiritual de los últimos tiempos? Cioran responde: 

La armonía, universal o no, no existió ni existirá jamás. En cuanto a la justicia, para creerla posible, para imaginarla simplemente, habría que gozar de un don de ceguera sobrenatural, de una elección desacostrumbrada, de una gracia divina reforzada por una gracia diabólica, y contar, además, con un esfuerzo de generosidad del cielo y del infierno, esfuerzo, a decir verdad, altamente improbable, tanto de un lado como del otro… No hay paraíso más que en el fondo de nosotros mismos.
 

¿Estaremos entonces condenados a la injusticia universal por el simple hecho de existir y todo paraíso e infierno lo hacemos nosotros mismos porque somos nuestras propias víctimas y nuestros propios verdugos? Aquí y ahora vivimos la paz y la guerra, la vida y la muerte, la injusticia y la justicia, cada respiro es una eternidad para aquel quien vive en cada instante la cosmogonía de la creación universal en su creación-destrucción, por encima de la materia y el espíritu, en el vacío del absoluto, en la Vacuidad que tanto anhelaba el misticismo de Cioran, disolviendo toda dualidad en la nulidad y sentir la expansión de la conciencia de la totalidad del infinito. Entender que la liberación empieza en uno mismo y que el único paraíso en el que nosotros podemos construir es en el día a día. 

El orden establecido ha extirpado al ser humano la posibilidad de sentir la vacuidad y el infinito y el despertar de su conciencia, porque si estuviera totalmente “despierto” es peligroso para su sistema de dominación. “Despertar” implicaría el entendimiento de que cada cual es irrepetible y único, y no un animal de rebaño y carga que sirve a su amo, es peligroso tener la conciencia “despierta” porque entonces no pudiera ser usado, moldeado y esclavizado. Para el anarco-nihilista explorar la Nada es subvertir lo instaurado (racionalidad, utilitarismo, capitalismo, democracia, nuevo orden mundial etc.) y anular toda creencia y convicción, vivir en sí mismo el infinito de posibilidades de ser a través la creación de mundos propios en el “eterno presente”, alcanzando la armonía paradisíaca tan anhelada por anarquistas y nihilistas. 



Conclusiones

Hemos visto entonces que el anarco-nihilismo es un pensamiento filosófico-político en el que la libertad es el punto más delicado y frágil de la reflexión, teniendo un papel importante en todas sus posturas político-morales. Por ello se esbozó el pensamiento libertario anarquista de Mijail Bakunin y el pensamiento creador-destructor del nihilismo de E.M Cioran, a partir de lo que llamamos libertad y poder político en la actual situación mundial. La libertad está constantemente en peligro y el establecimiento de sociedades cada vez más represivas anula lo que podría considerarse vida digna y libre. En un mundo donde se hace la guerra en nombre de la libertad, en donde millones en su ilusión de libertad construyen su propia prisión, donde la esclavitud impera por la masificación de la sociedad, el pensamiento anarco-nihilista tiene su eje principal en la reflexión sobre la libertad. Bakunin reflejaba su pensamiento en su vida, era un agitador y revolucionario, filósofo y escritor, peleaba por la libertad para todos los seres humanos sin condición de raza, religión o clase social, el anarquismo libertario era su propuesta filosófica política. Cioran, en su vida como apátrida y crítico acérrimo de la racionalidad utilitaria y de la civilización “occidental”, escritor excepcional de aforismos y de una prosa poética filosófica, también refleja su vida en su pensamiento nihilista. ¿Fueron estos dos filósofos libres en su vida? La libertad es uno de los puntos más esenciales para la filosofía política. El anarquismo y el nihilismo, al reflexionar sobre la libertad vital del ser humano, son pensamientos filosóficos válidos y así dejar de asociarlos con la delincuencia y el vandalismo, sino como propuestas a nuevas formas de vida y de pensamiento. 

La reflexión del anarco-nihilismo en el mundo de hoy, tomando como eje director el análisis de la formación de un Estado mundial, nuevo orden mundial o globalización, es una alternativa de filosofía política anti-imperialista. En la crítica filosófico-política al orden capitalista mundial establecido, hay que tomar en cuenta los pensamientos disidentes del anarquismo y del nihilismo como resistencia a cualquier totalitarismo del pensamiento, como crítica al poder, al Estado y al orden institucional en el que estamos insertados. De igual forma los pilares de estos dos pensamientos son reflejados desde sus posturas políticas y epistémicas, acordándolas con la situación de la actualidad en la que las condiciones filosóficas para entender la situación política social del mundo son cada vez más frágiles y cambiantes, sobre todo cuando los dogmas y las ideologías dominantes acaparan el pensamiento oficial académico.

La globalización y la imposición de un “pensamiento único” y de un modelo único de vida, quiebra toda posibilidad del devenir cambiante. El nuevo orden mundial impone su modelo y absorbe la riqueza que constituye las diferencias humanas sean culturales, sociales, políticas y filosóficas. La filosofía política es un problema vital para el ser humano en todas las épocas. La reflexión de la política mundial actual es vista desde el pensamiento libre del anarco-nihilismo como resistencia contra la instauración de una dictadura política, económica, cultural y social llamado Nuevo Orden Mundial o globalización.

El anarquismo es el pensamiento filosófico político que niega la autoridad y el Estado. El nihilismo es el pensamiento que niega toda “verdad”, “valor” o “realidad” impuestos para resaltar la posibilidad del individuo de crear sus propios valores y verdades. Anarco-nihilismo es entonces la filosofía política que niega toda “verdad”, autoridad y Estado impuesto a los seres humanos con el objeto de re-crear una humanidad nueva y un pensamiento auténtico fuera de los dogmas del sistema establecido y acelerar el proceso de emancipación general de la humanidad. 

De esta forma, podemos decir que el anarco-nihilismo es la oportunidad de adentrarse en el devenir histórico, social y político por encima de los condicionamientos y las presiones propias del orden social y de sus ideologías impuestas. Son pensamientos filosóficos políticos que contienen su propia epistemología y ontología, además de ser críticos de la realidad instaurada (muy lejos de aquella definición popular del anarco-nihilismo como sinónimos de caos y de vandalismo). Dejo abierto entonces el camino para otros estudios sobre estos pensamientos disidentes del status quo, trascendiendo la filosofía política clásica, además de dejar la interrogante de cual es el papel de la filosofía actual en el mundo contemporáneo. 

BIBLIOGRAFÍA

-BAKUNIN Mijail, Escritos de filosofía política, Madrid, Alianza Ed, 1978 

Estatismo y Anarquía, Barcelona, Ediciones Orbis, 1976

-CIORAN E.M, El ocaso del pensamiento, Barcelona, Tusquets Editores,1995

Silogismos de la Amargura, Barcelona, Tusquets Editores,1990

Historia y Utopía, Barcelona Tusquests Editores, 2003

- GUERIN Daniel, Anarchism, Nueva York, Editions Gallimard, 1965